El día D de Macri

El día D de Macri

Por Jorge García

Las próximas elecciones serán cruciales para el posicionamiento presidencial de Mauricio Macri. Sus principales competidores. Ventajas y peligros que enfrenta. El fantasma de la causa por las escuchas


El comando de campaña tuvo una cita para repasar la estrategia. Pocos testigos. Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña, Andrés Ibarra y Jaime Durán Barba. “¿Y Mauricio dónde está?”, se animó a preguntar uno de los presentes.

La fuente del Pro comentó a Noticias Urbanas que Mauricio Macri había preferido tener una reunión con vecinos en el sur de la Ciudad a la misma hora que el comando debatía ideas. Quienes lo conocen a “Mauri”, principalmente de la rama peronista, cuentan que lo notan más predispuesto a la pelea política por el poder que tiempo atrás. Y señalan tres decisiones: la traza del metrobús que modificó la escenografía de la 9 de Julio a pesar de los fallos judiciales que tuvo que sortear, el hacerse cargo de la administración del subte –servicio al que le subió el precio del boleto– y el haber proyectado el Presupuesto 2014 previendo una inflación de 24 por ciento para sostener las metas locales más allá de los cálculos nacionales.

Atravesando el segundo mandato al frente de Bolívar 1, el ingeniero no tiene posibilidad de intentar una nueva reelección. La Constitución porteña se lo impide. El año 2015 lo obligará a saltar hacia arriba, hacia la Casa Rosada, o, de lo contrario, volver a Boca. Por ese motivo, el domingo 27 se estará jugando su futuro político a través de las listas que encabezan Gabriela Michetti para la Cámara de Senadores, Sergio Bergman para Diputados e Iván Petrella para la Legislatura porteña.

Los asesores cercanos a Cristina Fernández de Kirchner creen que sería bueno para el movimiento que comanda la Presidenta que Macri dispute el sillón de Rivadavia en 2015, con chances de ganar. La política no es una ciencia exacta pero a veces algunos diseños funcionan. Eduardo Duhalde construyó el triunfo de Néstor Kirchner, y Carlos Menem ayudó a Fernando de la Rúa con el objetivo –fallido– de volver al poder algún día.

Esta elección será un mojón clave para el Pro en su carrera por dejar de ser un partido vecinalista que solo gana en la Ciudad con mayor poder adquisitivo. En Santa Fe, con Miguel del Sel, y en Entre Ríos, con Alfredo de Angeli, el macrismo apuesta a sumar bancas federales. También hay expectativas en La Pampa y San Juan.

Un bloque de legisladores propios más un trabajo que intentará fraguar en la provincia bonaerense son parte de la tarea que el ingeniero tiene por delante.

En la Ciudad de Buenos Aires, Macri tiene, además, el desafío de transitar sin desgaste los próximos dos años que le quedan de gobierno. Para hacerlo, necesita de una Legislatura que le sancione los proyectos clave. La irrupción de la alianza Unen y el crecimiento de la izquierda le auguran un parlamento más complicado que el actual. Por ese motivo, necesita asegurarse un buen número de bancas propias.

En la provincia, Sergio Massa le hizo “la gran Massa”, como dicen en Tigre. Arregló con Jorge Macri, se quedó con parte del Pro y encima dejó al primo porteño sin saber cómo ubicarse. Igualmente, de la unidad táctica con el Frente Renovador, el macrismo obtendrá al menos tres diputados nacionales que jamás habría logrado con el economista Carlos Melconian haciendo campaña.

En la semana, un empresario importante describió el tiempo futuro: “Yo no creo que haya espacio para otro peronista en 2015. La situación se inclinará hacia otro sector”, cree. ¿Será así?

El 28 de octubre habrá varios en la grilla de los presidenciables. Sergio Massa, el gobernador bonaerense Daniel Scioli y Mauricio Macri. Elisa Carrió, Hermes Binner y José Manuel de la Sota se anotarán también.

Si la sociedad argentina apunta a un moderado como contrapropuesta al kirchnerismo corriendo por izquierda, habrá que ver cuál de los dirigentes podrá sostenerse dos años.

Macri y Scioli seguirán gestionando, mientras que el resto exigirá a sus jefes de prensa hacer ruido desde una butaca del Congreso. No es lo mismo. Pero si los primeros corren con ventajas, en la línea de obstáculos Macri tiene uno importante que aún no pudo solucionar: la causa por las escuchas ilegales. Un tribunal oral debe resolver las responsabilidades, si las hubo, del Jefe de Gobierno cuando un grupo de funcionarios organizados montaron una pyme para hacer seguimientos de teléfonos. Jorge Palacios y Ciro James fueron los visibles, pero el Jefe de Gobierno sigue procesado. Si quiere tener chances de competir en 2015, Macri necesitará cambiar de estrategia judicial, con abogados incluidos. De lo contrario, si hubiere un “momento” a favor de su proyecto, su luz podría apagarse en Comodoro Py.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...