El Congreso le dio la espalda a Milei: a todo o nada, fue nada

El Congreso le dio la espalda a Milei: a todo o nada, fue nada

La vuelta a comisión de la Ley Ómnibus mostraron un traspié del Gobierno.


Hay momentos en la vida política de un país que marcan un antes y un después. Pueden dejar enseñanzas o acrecentar los errores por la falta de entendimiento acerca de cómo funcionan los procesos democráticos. Y eso fue lo que le sucedió al presidente Javier Milei con la Ley Ómnibus.

La ambición desmedida y el choque de fuerzas llevaron a la primera derrota del libertario frente al Congreso de la Nación, un poder que no iba a dar concesiones sin límites. El cheque en blanco jamás existió, aunque, en el oficialismo, el optimismo o la soberbia llevaron a pensar que el ‘megaproyecto’ saldría sí o sí.

Ahora empieza una nueva etapa, en la cual el Gobierno deberá replantearse qué tiene que modificar para sostener la gobernabilidad, que ha quedado debilitada. Si el camino continúa por la misma vía, los resultados volverán a repetirse, porque como dijo Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Ley Ómnibus: una derrota asegurada

Gobernar en minoría implica la obligación de crear consensos y desafía a quien está frente al Poder Ejecutivo a ceder. Desde que inició el mandato, Milei sabía que –más allá del cambio radical que quería llevar adelante– se toparía con un equilibro de poderes en el Congreso, ya que sólo contaría con 38 diputados nacionales y 7 senadores. Pero, muchas veces, el poder nubla los sentidos y no permite observar con claridad el panorama político.

Esto fue clave para entender por qué no prosperó la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, ya que tuvo que regresar a comisión para volver a ser debatida. Por inexperiencia política, todo regresó a foja cero y, de esta manera, la falta de cintura política del presidente y de sus funcionarios quedó expuesta en un abrir y cerrar de ojos. Ahora, hasta lo más cierto se volvió incierto.

La falta de voluntad política para crear mayorías en el Palacio legislativo mostró a las claras que el voto popular marcó una contraposición: La Libertad Avanza no posee la ventaja de confrontar porque necesita de los demás bloques. La sociedad ha puesto límites a todas las fuerzas políticas, debido a que nadie puede llevarse por delante nada y, en parte, de eso se trata la democracia.

El equilibrio de poderes en el Congreso frenó lo que Milei pensaba que tenía asegurado y era recoger los frutos de haber ganado el balotaje, aunque el verdadero número quedó expuesto en las generales, cuando sólo tuvo un techo del 30% para sumar legisladores nacionales.

Entre el apuro y la impaciencia

Para el Gobierno, el camino para tratar la Ley Ómnibus fue largo, más largo de lo que hubiese querido el presidente, pero ahora será eterno.

En enero, cuando comenzó el tratamiento del proyecto en el plenario de las comisiones de Legislación General; Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales, ya se podía avizorar que la cuestión no venía nada bien para el oficialismo.

Los funcionarios que fueron exponiendo no tenían conocimiento del proyecto y, sin ir más lejos, a los ‘negociadores’ de la Casa Rosada no los conocían ni los propios diputados, salvo alguna excepción. Con el correr de los días, la oposición fue ejerciendo presión y logró quitar casi la mitad de los artículos que generaban intereses contrapuestos. La ley ya había perdido todo su espíritu inicial y el paso siguiente terminó siendo peor.

Asimismo, a pesar del malestar en Balcarce 50 por el desguace del proyecto, Milei decidió seguir e ir por su aprobación en general. Con 144 votos positivos y 109 negativos, los festejos y la confianza se apoderaron del oficialismo, aunque las risas duraron poco.

Los contratiempos finales que agudizaron la caída de la sesión en Diputados

Más allá de que el Gobierno decidió quitar el capítulo fiscal, el tema con los gobernadores y el impuesto País seguían generando discordias. Sumado a las privatizaciones de las empresas públicas, las facultades delegadas y la fórmula de la movilidad jubilatoria, entonces, ¿qué podía salir mal en la votación en particular?, absolutamente todo. Era casi un milagro que esa ley pudiera salir sin más modificaciones.

Asimismo, la sesión de este martes, en la que estuvo presente Noticias Urbanas, quedó plagada de irregularidades, traiciones, falta de acuerdos y hechos que jamás se vieron en el recinto de la Cámara de Diputados.

El conflicto inició cuando LLA veía que la mitad de las facultades delegadas estaban siendo rechazadas por la oposición. Los votos de muchos legisladores fueron cambiando a lo largo de las últimas horas cuando las amenazas desde el Gobierno aumentaban.

La historia ya era otra porque no le aprobarían lo que habían manifestado con anterioridad. Incluso, muchos de los diputados no sabían qué se estaba votando porque las modificaciones no estaban en el dictamen de mayoría del Orden del Día y se tuvieron que acordar hasta los incisos, algo insólito.

En aquel momento, pidió la palabra el jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, y le sugirió al presidente de Diputados, Martín Menem, interrumpir la sesión porque estaban perdiendo todas las votaciones y así fue cuando se votó la moción del oficialista Gabriel Bornoroni para pasar a un cuarto intermedio y negociar lo que vendría, entre las que estaban las privatizaciones, un punto clave que el Gobierno no iba a ceder como tampoco la UCR y HCF. Eso terminó de dinamitar cualquier puente entre oficialismo y ‘dialoguistas’.

Las voces de la oposición y del oficialismo, en medio del barro político

NU dialogó, minutos antes de pasar al cuarto intermedio, con el diputado Florencio Randazzo (HCF) quien manifestó su malestar porque el debate venía muy lento. “Llevamos cinco horas y recién se han votado cinco artículos”, se quejó.

“Nosotros tenemos la impresión de que el oficialismo debería tener mayor flexibilidad en algunas cuestiones para, finalmente, tener un voto afirmativo mayoritario, cosa que hasta ahora no se ha logrado”, sugirió el exministro del Interior y Transporte.

Luego hizo referencia a las privatizaciones. “Nos parece que deberían enviar ley por ley y ahí evaluar la conveniencia de acuerdo a qué tipo de empresa es, qué rentabilidad tiene y qué servicio presta”. Igualmente, había adelantado su voto negativo en lo que refiere a los ferrocarriles: “No estoy de acuerdo en privatizarlos, más allá de la pésima administración de los últimos 8 años”. Expuso que había que analizar cuáles empresas se podían privatizar “parcialmente o totalmente” y que con algunas de ellas no iban a permitirlo.

Sentenció a continuación que “hemos sido claros en algunas empresas que tienen que conservar un valor de conocimiento muy importante, como el Invap, por ejemplo, y las empresas atómicas”.

Luego, cuando se cayó la sesión, NU le consultó a uno de sus colegas de bancada, Juan Brügge, qué fue lo que había pasado con la Ley Bases. “Cuando el Gobierno veía que no podía imponer los artículos principales, buscó la posibilidad de enfriar esto y volverlo a comisión. En los términos técnicos, significa volver a estudiar todo el proyecto, toda la ley”.

También, sumó que “la votación en general se cayó, o sea, no tiene validez” y que “la comisión puede empezar a revisar todos los artículos nuevamente”.

Por otra parte, el cordobés cruzó al jefe de Estado. “Habría que preguntarles a sus aliados políticos qué pasó que no consiguieron los votos. Además, está esa suerte de aislamiento que han hecho el presidente y sus ministros de no escuchar, no consensuar y no profundizar todas las temáticas, tanto con los gobernadores como con los bloques opositores, que queríamos ayudar y colaborar. No se dejaron ayudar”.

En el mismo sentido, Brügge se refirió a la votación de las facultades delegadas. “La mayoría de las potestades importantes que pedía el Gobierno y que estaban en los artículos 3, 4 y 5 fueron rechazadas por la mayoría de la Cámara, en algunos incisos con una mayoría abrumadora”.

Al finalizar la jornada, este medio pudo dialogar con el diputado Leandro Santoro (UP) acerca de por qué se dio por cerrado el debate. “Ahora pasa todo a comisión y, evidentemente, el Gobierno no tenía ningún acuerdo realizado para seguir”.

“Cuando había que discutir las privatizaciones decidieron levantar todo. Todo lo que se aprobó quedó anulado. Es una derrota política del Gobierno y un papelón histórico”, remarcó el legislador nacional. Y apuntó que el “Gobierno no pudo ni negociar con sus propios aliados un dictamen”.

Por último, desde el oficialismo, NU le consultó al jefe de la bancada libertaria, Oscar Zago, cuál fue el motivo por el que se decidió bajar la sesión y respondió que “los gobernadores no cumplieron con su palabra”. Allí apuntó a los bloques que responden a los mandatarios provinciales y expresó que “fueron ellos quienes se opusieron” cuando ya tenían acordados los votos.

A su vez, Zago agradeció al Pro y a una parte de la UCR porque mantuvieron sus posturas y los acompañaron con las votaciones en particular.

Ahora, resta ver qué pasará en las comisiones si la voluntad política del Gobierno es insistir con el proyecto o si prefiere ir a fondo con los “traidores” y terminar de dinamitar cualquier camino de diálogo que haya quedado en pie.

Milei no pudo pasar su primera prueba de fuego y la incertidumbre de cómo seguirá todo aumentará día a día.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...