El Congreso busca unirse al reclamo mundial de liberar las patentes de las vacunas

El Congreso busca unirse al reclamo mundial de liberar las patentes de las vacunas

NU dialogó con el artífice del proyecto, Itai Hagman.


Las vacunas contra el Covid-19 y sus variantes son la única esperanza de la población mundial para salir del loop interminable de contagios, comercios cerrados, economías en caída libre, hospitales saturados y muertes.

Pero la esperanza es un privilegio para pocos. Actualmente, el 75% de las vacunas que combaten al Coronavirus fueron acaparadas por diez países desarrollados, según detalló el secretario General de la ONU, Antonio Guterres.

Como “tremendamente desigual e injusto” calificó el titular de ese organismo internacional, que propuso entonces convocar a los países del G-20 que cuentan con poder de producción y experiencia científica para armar un Grupo de Trabajo de Emergencia. Éste impulsaría y coordinaría la lucha contra la pandemia a nivel mundial a través de la generación de más insumos y vacunas, abriendo paso a la generación de un Plan Mundial de Vacunación.

Spoiler alert: de todos modos, esta propuesta, por ahora está obturada porque la producción de las vacunas está aún patentada.

Por esto, una gran campaña alrededor del mundo lucha y exige la liberación de las licencias para su producción. Argentina buscará ahora formalmente no ser la excepción al reclamo.

Reclamo internacional

A través de un proyecto de ley, que lleva el número 1526-D-2021, del diputado del Frente de Todos, Itai Hagman, el Congreso buscará que la Argentina se sume a la campaña mundial, impulsada por India y Sudáfrica en la Organización Mundial de Comercio (OMC), de la cual participan además otro centenar de países.

La finalidad de la campaña es liberar las patentes de las vacunas contra el Covid, pero también las de la tecnología y medicamentos que se utilizan para atenuar los perjuicios de este virus.

Adicionalmente, la propuesta es impulsada por organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, ONUSIDA y Médicos sin Fronteras y hasta por entidades científicas importantes como la Revista Nature y numerosos líderes mundiales, incluyendo el propio Papa Francisco.

La razón es que la propiedad intelectual de estos productos prioriza el mercado y las ganancias privadas por sobre la vida y la salud de millones de las personas en el mundo, en especial de los países menos desarrollados. Aún existen unos 100 países que no poseen acceso a ninguna de las vacunas.

“En la segunda mitad del año pasado empezamos a tener esperanza: se anunciaban vacunas nuevas para terminar esta pesadilla. Pero lo que parecía el fin de la pandemia fue una muestra de la continuidad del peor capitalismo salvaje”, gatilló el diputado Hagman. Y agregó: “En vez de encontrarnos con la cooperación internacional necesaria para derrotar al virus, nos encontramos en una disputa por las escasas vacunas que hay, y que obviamente ganan quienes más recursos tienen. Así, los países ricos compran vacunas que en algunos casos quintuplican su población, y los países más pobres tienen enormes dificultades para acceder a ellas”.

Además, en representación de quienes luchan en la primera línea de batalla contra el Coronavirus y exponen su propia vida para salvar otras, la médica generalista de la Ciudad de Buenos Aires Estefania Cioffi apoyó también esta iniciativa. “Los médicos y médicas estamos dando todo hace un año para evitar que muera gente por el coronavirus, pero si no se socializan los avances científicos contra el Covid, lo que podemos hacer es limitado. Es fundamental que se liberen las patentes ya”.

 

“En la segunda mitad del año pasado empezamos a tener esperanza: se anunciaban vacunas nuevas para terminar esta pesadilla. Pero lo que parecía el fin de la pandemia fue una muestra de la continuidad del peor capitalismo salvaje” (Itaí Hagman)

Made in Argentina

Esta semana se dio a conocer la noticia de que la Argentina producirá también la vacuna de procedencia rusa Sputnik V, ante lo cual, en diálogo con Noticias Urbanas, el diputado Hagman opinó que se trata de también de la caída de uno de los mitos -o excusas- de las versiones que defienden la mantención de las patentes: “Esta noticia desarma uno de los principales argumentos que hay en contra de la liberación de patentes de las vacunas, que es la idea de que no se pueden producir masivamente en otros países”.

“Como se ve, no hay ninguna dificultad productiva o tecnológica para su producción masiva. Si se liberan las patentes se podrá acelerar el proceso de vacunación y, por ende, la salida de la pandemia”, expresó el legislador.

Por otra parte, también desmitificó al afirmar que “es falso lo que esgrimen quienes se oponen, de que las patentes son necesarias para que haya competencia y, por ende, más investigación. De hecho, Médicos Sin Fronteras reveló una investigación en la que demuestra la enorme cantidad de dinero que invirtieron varios estados nacionales en el desarrollo de las vacunas. The Guardian publicó un artículo que muestra que en el caso de la AstraZeneca la inversión estatal fue del 97 por ciento”.

Pero la pandemia se ha convertido en un negocio para unos pocos. En este sentido, cabe mencionar que desde 2001, existe una disposición por la cual la OMC permite liberar las patentes en caso de crisis sanitaria. Como ejemplo, puede mencionarse que el país vecino de Brasil hizo uso de la misma en el año 2009 para un medicamente que trataba el HIV de manera exitosa.

Sin embargo, en la actualidad eso ya no es suficiente y se precisa una cooperación y resolución internacional para suspender la propiedad intelectual de medicamentos y vacunas para tratar y prevenir el coronavirus.

“En caso de conseguir la liberación, se podrán salvar cientos de miles de vidas, pero también eso permitiría poder salir más rápido de las restricciones que implica la pandemia, como las económicas”, señaló el diputado, en referencia al doble beneficio de este objetivo: no sólo salvar vidas, sino mejorar la calidad de las mismas.

Para completar, Hagman afirmó que “el 2020 ha sido uno de los peores años de la historia económica mundial, ha aumentado la pobreza en todo el mundo y se han perdido millones y millones de puestos de trabajo. Es necesario revertirlo”.

 

Transversalidad en el recinto

Hagman fue también consultado por el tratamiento del mencionado proyecto dentro del recinto, en el camino que deberá recorrer para materializarse.

Al respecto, el diputado dijo confiar en la transversalidad de este objetivo para ser aprobado en la Cámara baja. “Estoy seguro de que en todos los bloques hay diputados y diputadas que están de acuerdo con esta campaña, pero la idea de presentarlo tiene que ver con que en el Congreso, que es el ámbito donde están representadas todas las fuerzas políticas de la Argentina, pueda expresarse un posicionamiento transversal a todos los partidos políticos”.

Hagman ya cuenta con el apoyo de varios de sus compañeros y compañeras de bloque, ya que el proyecto de ley lleva también la firma de las y los diputados Blanca Osuna, Carlos Ponce, Marcelo Casaretto, Omar Félix, Danilo Flores, Mabel Caparrós, Mónica Macha, María Moisés, Graciela Landriscini, Juan Carlos Alderete, Rosana Bertone, Florencia Lampreabe, Ariel Rauschenberger, Marcelo Koenig y Federico Faggioli.

“En caso de tratarse y sancionarse, tendríamos un posicionamiento que no sería solo del Gobierno, sino de todo el abanico político y eso sería muy bueno, ya que es una de las principales funciones del Congreso”, cerró el diputado.

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