El Bopreal no convence: multinacionales exploran caminos para girar utilidades

El Bopreal no convence: multinacionales exploran caminos para girar utilidades

El Banco Central demora la licitación del título que busca dar salida a un stock de dólares retenidos por el cepo.


El Banco Central ha retrasado la licitación del Bopreal 4, una nueva emisión de bonos que permitirá a las multinacionales repatriar dividendos congelados por el control cambiario. Esta herramienta, que en 2024 ayudó a las empresas importadoras a regularizar deudas relacionadas con compras de bienes y servicios realizadas antes del 12 de diciembre de 2023, parece no ser atractiva en este momento.

Algunas empresas dudan de su viabilidad, mientras que otras prefieren invertir esos dólares en 2025 para poder enviar el dinero al exterior en 2026. Previamente, la autoridad monetaria endureció las condiciones para el financiamiento en moneda extranjera, con el objetivo de priorizar el uso de instrumentos propios.

La Serie 4 del título emitido en dólares fue anunciada a finales de abril, con un límite de USD 3.000 millones, una tasa de interés del 3% anual y un monto de USD 1.000 millones destinado a la cancelación de deudas aduaneras y comerciales de stock. Su licitación debía iniciarse a mediados de mayo, el lanzamiento ha sido pospuesto.

En este mes, las multinacionales han estado considerando la opción de participar. Algunas empresas estadounidenses ya están decididas a optar por el bono, atraídas por la paridad en el mercado secundario que se espera para el título, que superará el 90%. Otras buscan aprovechar la posibilidad de girar directamente el próximo año, con alguna inversión en los meses venideros. “Es mejor utilizar ese dinero ahora para los proyectos que tenemos, en lugar de perder un 30% con el Bopreal”, expresó a este medio el CEO de una empresa de energía eléctrica.

Desconfianza

En el rubro de la minería hay una opinión generalizada: la desconfianza de cualquier instrumento que proponga un Gobierno en vez del giro fácil al exterior. Para las extranjeras, la brecha del CCL con el oficial no fue problema durante la gestión de Javier Milei, ni antes ni después de la unificación cambiaria.

De manera similar, lo mencionan en despachos de abogados que gestionan casos de grandes empresas con extranjeros en sus juntas directivas. “Hay una cantidad considerable de dividendos y también de deuda comercial que se ha transferido a través del CCL”, aseguró un representante de uno de esos despachos, y añadió que, incluso, podría haber dinero que “salga en dos ocasiones, ya que existe el pasivo registrado y el Sistema de Seguimiento de Pagos de Importaciones que permanece sin cancelar”.

El blindaje del BCRA

En los últimos días, y ante la incertidumbre del contexto, el Banco Central ha comenzado a restringir el acceso a los financiamientos de bajo costo a corto plazo que utilizaban las empresas. Con la Comunicación A 8244, la entidad dirigida por Santiago Bausili estableció un período mínimo de 18 meses, a partir del 16 de mayo, para el retorno del capital de los títulos de deuda emitidos bajo Obligaciones Negociables (ON), cuando anteriormente era de seis meses.

Esta era una de las opciones que las multinacionales empleaban para financiarse y transferir sus divisas al extranjero sin necesidad de recurrir al Contado con Liquidación (CCL), aunque les permitía evitar las restricciones cambiarias. Sin embargo, esta estrategia también debe cumplir con una limitación cruzada de 90 días en el mercado oficial, y algunas compañías internacionales enfrentan regulaciones estrictas que les impiden operar en el mercado del dólar financiero.

Días después, el BCRA endureció aun más las condiciones de emitir ONs, especialmente para los bancos. Desde el lunes 26 de mayo las entidades financieras no podrán emitir bonos corporativos por un plazo menor a 12 meses, si quieren luego acceder al mercado de cambios para pagar sus compromisos. Dos bancos internacionales, Galicia y Supervielle quedaron al filo de la regulación, con emisiones a siete y seis meses, entre el lunes y el viernes, respectivamente.

El dólar Bopreal

Se trata de una iniciativa destinada a desincentivar movimientos especulativos, sin que ello implique una reducción de la demanda hacia la nueva emisión del Bopreal. La autoridad monetaria persigue que estas transacciones se realicen a través del bono emitido en dólares, con el fin de evitar que emisiones privadas generen presiones desordenadas en el mercado cambiario o comprometan la efectividad del programa financiero oficial.

El tipo de cambio se determinará en función del valor cotizado en el primer lanzamiento. Los analistas del mercado anticipan una paridad aproximada del 85%. Hasta el momento, el Banco Central no ha realizado modificaciones a las condiciones del Bopreal anunciadas el 30 de abril. En el año anterior, tras el lanzamiento del instrumento, el Gobierno implementó el impuesto PAÍS, que en ese momento se aplicaba a todos los giros de utilidades y dividendos relacionados con el bono. Algunos empresarios consultados por este medio manifestaron su sorpresa, evaluando dicha medida de manera desfavorable. Por el momento, no se prevé la adopción de una medida similar.

En el supuesto de no alcanzar el umbral de los USD 3.000 millones, se pueden identificar dos interpretaciones. La primera, de carácter favorable, sugiere que las utilidades y dividendos ya han sido canalizados a través de otros mecanismos, lo que diluye la posible presión que podrían ejercer sobre el mercado cambiario. La segunda interpretación, desfavorable, postula que los estimados USD 15.000 millones siguen retenidos y podrían representar un factor de riesgo que, si se materializa, genere una intensa tensión en el tipo de cambio del dólar.

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