El precio de la carne ha experimentado un notable incremento del 15% en las últimas semanas, un fenómeno que responde a la reducción en la oferta de hacienda y a una creciente demanda externa. Expertos del sector advierten que esta tendencia al alza podría continuar, lo que generará una presión adicional sobre el consumo, ya afectado por la inflación.
Desde octubre, los precios mayoristas han mostrado una escalada consistente, con jornadas en las que se comercializaron hasta 8.000 cabezas, manteniendo así valores estables. Sin embargo, a pesar de este aumento, las ventas en carnicerías no han caído significativamente, lo que sugiere que los consumidores ajustan sus hábitos de compra en un contexto de inflación y poder adquisitivo deteriorado.
Según Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, el aumento del 15% se enmarca en una tendencia que responde a los precios internacionales. Pedace asegura que los precios seguirán subiendo: “No van a bajar y se consolidarán”. Aún así, destaca que los consumidores continúan comprando carne, en gran parte porque la comparan con otros alimentos, como la pizza, que también presenta precios elevados.
🥩💸El PRECIO DE LA CARNE aumentó alrededor de un 20% desde septiembre a la fecha. En algunos cortes los aumentos alcanzaron el 55%.
Estos incrementos son impulsados por la menor oferta de hacienda y la demanda externa en crecimiento.
Leonardo Rafael, presidente de CAMYA… pic.twitter.com/T6h2VrVxUl
— De Acá en Más (@DeAcaEnMasOk) November 20, 2025
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), añadió que el aumento reciente fue del 8% el pasado mes y del 4% en lo que va de noviembre. A pesar de los incrementos, las ventas se sostienen y Schiariti anticipa que habrá más aumentos en diciembre, sobre todo debido a la habitual escasez de hacienda hacia fin de año.
La demanda externa también afecta esta situación, con informes que indican un interés creciente desde mercados internacionales, particularmente de China, que ha comenzado a importar carne argentina. Este aumento en la demanda global complica aún más la járea local, donde los productores enfrentan desafíos significativos debido a las restricciones en la oferta.
El contexto actual sugiere que la recuperación del stock ganadero requiere un marco de estabilidad. Los expertos advierten que se necesita previsibilidad en el sector para garantizar que los productores sigan invirtiendo en el ganado. Sin cambios en las políticas de exportación y una regulación adecuada en el mercado, el futuro del abastecimiento de carne en Argentina podría volverse aún más incierto.
