Efecto PBA: autocrítica y ajustes en los pactos LLA–Pro de cara a octubre

Efecto PBA: autocrítica y ajustes en los pactos LLA–Pro de cara a octubre

La derrota bonaerense encendió alarmas en el interior: reproches cruzados y fracturas emergentes.


El contundente resultado electoral en la provincia de Buenos Aires, donde la alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y el Pro sufrió una derrota a manos de una coalición peronista unida, ha generado un profundo replanteo estratégico en varios distritos del país. El “cisma” provocado por el revés bonaerense resuena con particular fuerza en provincias donde la misma fórmula política se aplica de cara a las próximas elecciones de octubre.

El resultado, que unió al peronismo de Unión por la Patria (UP) en la provincia más grande del país, ha puesto en jaque la viabilidad de la coalición libertaria-pro en el resto del territorio nacional. Desde la cúpula de ambos partidos, la preocupación es palpable y el debate sobre el futuro del pacto se intensifica.

En provincias clave como Entre Ríos, Santa Fe y Neuquén, la dirigencia del Pro y de La Libertad Avanza (LLA) sigue de cerca los acontecimientos. Pese a las similitudes, los líderes provinciales buscan diferenciarse. El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, por ejemplo, argumenta que la situación es distinta, ya que su coalición es la que ostenta el poder y el peronismo local se presenta en varias listas, diluyendo su fuerza.

En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, se evalúa que la decisión de haber competido por separado en las elecciones de mayo “recuperó aire propio” para el Pro, permitiéndole mantener su identidad y evitar el arrastre del “derrumbe” nacional de La Libertad Avanza (LLA).

La principal preocupación en los distritos con acuerdos es que la fórmula de campaña basada en un “marketing disruptivo” y con escaso despliegue territorial sea insuficiente para ganar en octubre. Voces internas abogan por un cambio de rumbo, pidiendo “menos rock and roll y más política” y la inclusión de figuras con mayor experiencia en gestión y articulación política para sumar votos más allá del voto duro libertario.

A pesar de las tensiones, los acuerdos entre La Libertad Avanza (LLA) y el Pro se mantienen en provincias como Misiones, Chaco, San Luis, La Pampa, Tierra del Fuego, Catamarca, Tucumán y Salta.

Sin embargo, el revés bonaerense ha dejado una lección clara: la unidad peronista y la falta de un mensaje contundente y unificado pueden ser un cóctel fatal para cualquier ambición de victoria. El desafío, ahora, es encontrar una nueva estrategia antes de que se agote el tiempo de cara a la votación definitiva.

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