Después de una investigación para la que desfilaron desde escribanos hasta porteros de edificios particulares, los inspectores oficiales acaban de establecer que los verdaderos dueños del boliche Cromañón, y que hasta ahora habían estado ocultos bajo una compleja trama de sociedades fantasma, serían Rafael Levy y Raúl Vengrover.
Si la Justicia admite estas pruebas, los empresarios podrían ser demandados por las víctimas en busca de establecer su responsabilidad civil.
Una resolución de la Inspección General de Justicia estableció este miércoles que cinco de las firmas fantasma a las que hasta ahora se les atribuía la titularidad del local de la calle Mitre al 3000 son entidades "simuladas" armadas para "violar la ley y frustrar los derechos de terceros".
Las sociedades que la Inspección considera nulas son Nacional Uranums Corporation, Nueva Zarelux Sociedad Anónima, Central Park Sociedad de Responsabilidad Limitada, Compañía Argentina de Emprendimientos Comerciales y Financiera Rucas Sociedad Anónima, todas relacionadas con la propiedad de los locales de las calles Mitre 3038/78 y Jean Jaures 51. Allí funcionaron Cromañón y el hotel Central Park. Según la investigación de la Inspección, estas cinco compañías sirvieron para "enmascarar" la verdadera titularidad de Levy y Vengrover.
Para el organismo, el "socio controlante" de Nueva Zarelux -la sociedad uruguaya dueña de los inmuebles de Jean Jaures y Mitre desde el 4 de febrero y 17 de marzo de 1998, cuando los compró a Uranums Corporation.
En cambio, el organismo no acusó a la otra firma relacionada con Cromañón, Lagarto SA, a pesar de considerarla "inactiva" e "incumplidora" de varias obligaciones legales. Lagarto era la sociedad que explotaba comercialmente la bailanta El reventón bailable -antecesora de Cromañón en el local de la calle Mitre- pero que habría terminado la relación con los dueños de la propiedad en agosto de 2003.