Cuando sesionar puede ser peligroso

Cuando sesionar puede ser peligroso

Las refacciones de la Legislatura porteña continúan y esto se hace más que evidente en el recinto: un andamio de grandes dimensiones fue montado sobre las bancas en el sector izquierdo. Esto, sumado a una reestructuración de los bloques debido a las pérdidas e incorporaciones de diputados, hace que el legislar pueda ser muy peligroso


Los problemas estructurales que posee la Legislatura porteña -que motivaron la creación de un Fondo para llevar a cabo una serie de refacciones- son más que evidentes al ver actualmente el recinto de sesiones. A raíz de los daños que ocasionó el temporal del pasado 28 de marzo, se tuvo que montar un andamio de grandes dimensiones sobre las bancas en el sector izquierdo a fin de arreglar el techo.

Uno de los apoyos está ubicado detrás de la banca del diputado Juan Carlos Lynch (Juntos por Buenos Aires) lo que dio lugar a una serie de cargadas que lo previenen constantemente de realizar movimientos bruscos para no atentar contra el físico de ninguno de sus colegas.

Por otra parte, la reestructuración de la ubicación de los bloques en las bancas que debió hacerse por las pérdidas e incorporaciones de diputados en las distintas bancadas. Entre otras cosas, esta reestructuración implicó que los diputados zamoristas Noemí Oliveto y Daniel Vega (Autodeterminación y Libertad) se sienten, ni más ni menos, que frente a Ricardo Busacca (Alternativa Federalista) y Jorge Mercado (Cambiemos Buenos Aires) y junto a Álvaro González. Sin duda, una alquimia que puede resultar más peligrosa que el andamio.

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