El próximo 17 de octubre, cuando se conmemoran los 80 años del Día de la Lealtad peronista, la provincia de Buenos Aires se prepara para una conmemoración atravesada por la campaña electoral y las tensiones internas del oficialismo. En ese marco, Axel Kicillof y su entorno adoptan una estrategia dual: participarán en parte de la movilización convocada por el cristinismo, pero al mismo tiempo organizan un acto propio más acotado.
Desde el espacio denominado Movimiento Derecho al Futuro, de cercanos al gobernador, ya se involucraron en la logística de la caravana federal que llegará hasta la casa de Cristina Kirchner en San José 1111. En una reunión celebrada en la sede del PJ nacional, se definieron detalles operativos, y se anunció que el gobierno bonaerense enviará representantes a esa movilización. El ministro bonaerense Carlos Bianco confirmó la participación parcial, destacando que “estamos trabajando con el conjunto de nuestra fuerza política”.
Sin embargo, desde el kicillofismo también evalúan reservarse una intervención propia, con un “algo chico” —según fuentes oficiales— que se realizará en la Quinta de San Vicente, lugar de descanso de Juan Domingo Perón. El objetivo: un homenaje simbólico por los 80 años del 17 de octubre. Bianco señaló que se están ultimando detalles con el gobernador para definir horario y formato.
El lanzamiento de Movimiento Derecho al Futuro, el espacio de Axel, abrió con videos así con el slogan “Hicieron historia, hagamos futuro”. Notan algo? pic.twitter.com/jLAgX5ZdOU
— mauro (@MauroFdz) May 31, 2025
Kicillof evitaría protagonizar un acto masivo para no chocar con otras fuerzas del peronismo ni generar tensiones internas en plena campaña para las elecciones legislativas del 26 de octubre. De hecho, su agenda oficial para el día está libre, aunque esos días previos retoma recorridas por la provincia, como en Chascomús, General Pueyrredón, la Sexta sección electoral, entre otros distritos.
Una de las razones de esta estrategia es mantener un equilibrio: no abandonar completamente la convocatoria de Cristina Kirchner, pero tampoco quedar subsumido por ella. El cristinismo le reclama a Kicillof que no haya manifestado un apoyo explícito a su candidatura, y esto evidencia una sutil disputa de protagonismo incluso en fechas simbólicas.
Así, el 17 de octubre en Buenos Aires podría transcurrir bajo el signo de actividades descentralizadas, con varios focos conmemorativos y una tensión contenida entre componentes del mismo espacio político. Mientras tanto, cada sector –el cristinismo, el kicillofismo y la central obrera– buscará destacar su propia impronta en un día clave del peronismo moderno.