"Vino un inspector a pedir la habilitación y los planos pero no los tenía. Quise hacer los trámites pero cuando fui al hotel (por Central Park 11) el gerente Olmos me dijo que no había problemas. ‘Acá no pasa nada, cualquier problema habla conmigo’", afirma Víctor Ramón Fajardo, quien estaba a cargo del kiosco-locutorio de la misma cuadra de Cromañón y pagaba por la concesión al propietario del hotel, Rafael Levy.
El testigo, que trabajó en el kiosko el 30 de diciembre de 2004, reconoció este viernes que desde el hotel "no dijeron si tenían arreglo o qué, sólo me decían quédate tranquilo".
Fajardo pretendió seguir hablando sobre el titular del complejo de locales en la cuadra de Bartolomé Mitre pero que el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC), Raúl Llanos, no se lo permitió. De todas maneras cuando le preguntaron las razones de no haber demandado a Levy y sí al Gobierno respondió que "la iba a hacer".
El kiosquero Fafardo, además, dejó en evidencia el actuar de dos funcionarios policiales. Eran dos agentes contratados para el hotel lindero e intercomunicado con Cromañón. "Esa noche vi como la pirotecnia se vendía en la vereda de enfrente. Me llamó mucho la atención que hicieran eso y nadie dijera nada", afirmó.
"La puerta del estacionamiento que daba a la calle Bartolomé Mitre era una fortaleza. Si hasta un bombero rompió un hacha cuando la golpeó", recordó el gerenciador del kiosco conectado por su parte trasera con el hotel, en donde se habían hospedados los músicos de Callejeros.
En esta audiencia los camaristas María Cecilia Maiza, Marcelo Alvero y Raúl Llanos (quien preside este debate) también tienen previsto escuchar más testimonios oportunamente ofrecidos por las querellas y defensas.
