De la mano de los ingleses, Kosovo desembarca en Malvinas

De la mano de los ingleses, Kosovo desembarca en Malvinas

Por primera vez se sumarán a la presencia militar en Latinoamérica.


Un nuevo episodio geopolítico se está gestando en el Atlántico Sur. Con la inminente llegada de tropas de la Fuerza de Seguridad de Kosovo a las Islas Malvinas, el Reino Unido intensifica su presencia en la zona en disputa. A pesar de que la cantidad de soldados sea limitada, el mensaje político que se envía con este despliegue podría acarrear repercusiones más significativas en el contexto internacional.

La Asamblea Legislativa de Kosovo ha aprobado un acuerdo militar con el Reino Unido que permitirá el envío de tropas kosovares a las Islas Malvinas por un período mínimo de tres años. Estas fuerzas se incorporarán a la Compañía de Infantería Roulement (RIC), una unidad británica en rotación que ha estado activa en el archipiélago durante varios años. Su rol no incluirá autonomía ni misiones de combate directo, sino que se limitará a brindar apoyo operativo dentro de un marco militar ya establecido por Londres.

Para el gobierno kosovar, liderado por Albin Kurti, este despliegue simboliza un compromiso con la paz y los valores compartidos con sus aliados internacionales.

No obstante, esta decisión no es trivial: ocurre en una región cuya soberanía es reclamada por Argentina, y cuya situación geopolítica sigue siendo objeto de controversia en la comunidad internacional.

Una coalición militar establecida después del conflicto

La asociación entre Kosovo y el Reino Unido tiene una historia significativa. Desde la intervención de la OTAN en 1999, Londres ha desempeñado un papel fundamental en el avance institucional y militar de Kosovo. El pacto firmado en noviembre de 2022 consolidó esta conexión, permitiendo que las fuerzas kosovares se integren en unidades británicas para participar en misiones internacionales.

La experiencia anterior en las Malvinas dio inicio en enero de 2023, cuando un reducido grupo de la KSF se unió a ejercicios conjuntos en la base de Mount Pleasant. Este entrenamiento exitoso facilitó la autorización para un despliegue más extenso programado para 2025, representando un hito significativo en la proyección internacional del joven Estado balcánico.

Una fuerza en evolución

La Fuerza de Seguridad de Kosovo se estableció en 2009 con un enfoque en la asistencia civil y humanitaria. No obstante, su desarrollo ha sido significativo: gracias a la formación proporcionada por EE.UU., el Reino Unido y Alemania, actualmente se considera una fuerza militar que aspira a transformarse en un ejército regular antes de 2028.

Su arribo a las Malvinas —un territorio cuya soberanía no es avalada por América Latina— conlleva un fuerte simbolismo: un país con reconocimiento internacional limitado se suma a una operación militar en un territorio también disputado.

Esta situación no ha pasado desapercibida para los actores regionales ni para el gobierno argentino, que observa con inquietud la creciente militarización del archipiélago.

La estrategia británica

La inclusión de Kosovo en la misión británica es parte de una estrategia más amplia del Reino Unido para fortalecer su presencia militar en el Atlántico Sur. En años recientes, Londres ha llevado a cabo la modernización de la base de Mount Pleasant, incorporando nuevos sistemas de radar y desplegando unidades como los Gurkhas del RGR y el 3er Batallón del Regimiento de Paracaidistas.

Si bien la llegada de tropas kosovares tiene un significado simbólico más que un impacto operativo decisivo, refuerza la narrativa británica de que su presencia en las islas es resultado de un esfuerzo multilateral y no de una ocupación unipersonal. Sin embargo, esto se interpreta como una escalada adicional en un conflicto con Argentina que aún permanece sin resolver.

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