"En lo que estamos bien, vamos bien. Y en lo que estamos mal, le estamos poniendo mucha voluntad". Esta frase pertenece al director Ejecutivo de la Unidad Organizadora de los Juegos Odesur, Jorge Rozental, y refleja acabadamente el grado de organización que tiene la competencia que se llevará a cabo entre el 9 y el 19 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires.
Rozental concurrió este martes por la tarde a la Legislatura porteña junto a su equipo de colaboradores; el secretario general de Gobierno, Raúl Fernández, y el flamante (y mudo) subsecretario de Deportes de la Ciudad, Claudio Andrilli, para informar a los miembros de la Comisión de Turismo y Deportes los detalles de la organización de los Odesur.
El encuentro fue presidido por el titular de la Comisión, el legislador macrista Marcelo Godoy, quien fue acompañado por los diputados Alberto Pérez, Oscar Zago, Inés Urdapilleta, Daniel Amoroso, Guillermo Smith, Roberto Destéfano y Alejandro Rabinovich.
Durante la reunión los diputados plantearon dudas acerca de posibilidad de realización de los Juegos y no es para menos, ya que a menos de siete meses de la competencia, hay muy poco nivel de organización. Incluso, trascendió que se evaluó seriamente la posibilidad de suspender los Juegos y que intercedió el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, para evitar un "papelón" de estas características. Sería la segunda vez que Argentina se compromete a efectuar este evento y desiste a poco tiempo de su realización (en el 2001 Córdoba iba a ser la sede, pero los Odesur terminaron en Brasil).
A modo introductorio, Raúl Fernández, explicó: "Estamos frente a un desafío importante para la Ciudad, dado el escaso tiempo. A nadie se le escapa la crisis institucional que hemos vivido. Somos concientes de que estamos trabajando contra reloj. Atravesamos una etapa de alerta roja, puesto que las dificultades e inconvenientes surgen de la escasez de tiempo".
Y luego expresó: "Nuestra Ciudad debe organizar con excelencia estos juegos, para ello le hemos dado apoyo político a la Unidad Ejecutora".
Luego de esta breve alocución, el diputado Roberto Destéfano, se mostró escéptico en torno a la realización de estos juegos al afirmar: "Siento que vamos a fracasar". Asimismo, quiso tomar conocimiento respecto del plan de obra, las sedes afectadas y la cantidad de deportistas que participarán de las distintas competencias, entre otras cuestiones.
En este sentido, Rozental explicó que estos juegos contemplan 31 disciplinas deportivas a desarrollarse en una sede central que se ubicará en la Ciudad de Buenos Aires (se llevarán a cabo 23 pruebas) y otra subsede en Mar del Plata (8 pruebas).
En otro orden de cosas, el funcionario adelantó que "se está trabajando en la negociación con las distintas federaciones deportivas, en especial lo que tiene que ver con el equipamiento. Estas federaciones tienen la posibilidad de poder equiparse a partir del presupuesto fijado para la realización de estos juegos".
En segundo aspecto "se está trabajando en las instalaciones deportivas y es allí donde se está discutiendo la idea de poder adelantar algunos procesos".
Respecto de la participación de los 15 países en los Juegos Odesur, Rozental precisó que "el 15 de septiembre estarían llegando los nombres de todos los participantes y es en ese marco que se podrán develar cuestiones que hoy aparecen como críticas en este proceso".
Con relación al presupuesto necesario, los funcionarios informaron que se está trabajando en algunos ajustes, un plus de entre tres y cinco millones de pesos, destinados en su mayor parte a las áreas que se llevarán el mayor gasto: recursos humanos, equipamiento, instalaciones y arreglos, y gastos imprevistos.
Godoy preguntó acerca cómo se piensan implementar los mecanismos de seguridad. Rozental explicó que se propuso que el Poder Ejecutivo Nacional, con participación de representantes de la Provincia y de la Ciudad de Buenos Aires, coordine todo lo referido a la seguridad en los Juegos. Un esquema similar se piensa con relación a la atención médica.
En cuanto a las inversiones que se realizarán en distintos clubes privados, los funcionarios aseguraron, ante la inquietud del diputado Rabinovich, que "la idea es generar convenios de contrapestación por parte de los clubes y federaciones".
Además, los legisladores manifestaron que debería contemplarse seriamente la posibilidad de que una serie de disciplinas puedan desarrollarse en el sur de la Ciudad y no concentrar todas las actividades en el norte. Rozental recibió positivamente la inquietud, explicando que se tiene en cuenta un criterio de organización en el que se priorizan las ventajas económicas, de infraestructura y deportivas. Al tiempo adelantó que se está intentando que la disciplina fútbol se realice, en su mayor parte en el sur.
Más allá de la evidente buena voluntad de los diputados -es notorio que hay predisposición de la oposición por encontrar soluciones y no hacer leña del árbol caído-, fueron varias las veces que Rozental quedó en off side. Fue en esas oportunidades donde Raúl Fernández hizo gala de su experiencia política para encausar la reunión y recepcionar las inquietudes de los legisladores.
Sin duda, uno de los principales aspectos que no está para nada claro, es el presupuesto que demandará la organización de los Odesur. Supuestamente, iban a ser necesarios 15 millones de pesos (aunque la Legislatura sólo aprobó cuatro, más los otros cuatro que le corresponde a la Nación, sólo son ocho), pero se está hablando de ampliar el monto entre tres y cuatro millones de pesos. Rozental explicó: "Hay que aumentar desagregados como infraestructura, equipamiento técnico e imprevistos. Se calcula que un monto equivalente al 20 por ciento del presupuesto total es lo que se debe destinar a los gastos varios que sirven para solucionar imprevistos".
Ante esta afirmación, Rabinovich se puso como loco. "¿Cómo puede ser que los imprevistos dependan del gasto general? No puede ser que si aumentamos la inversión en infraestructura, aumentemos los gastos varios porque no hay una relación directa", reclamó.
Y una vez más, intercedió Fernández. "Es verdad lo que dice el diputado. Vamos a buscar otros parámetros de cálculo", expresó. De la misma manera, el funcionario se comprometió a avanzar en un convenio con Nación por el tema de seguridad y atención médica y a averiguar si es posible conseguir una exención arancelaria para el equipamiento técnico que se tenga que importar, a fin de abaratar los costos.
Por último, Rozental expresó: "A nivel Recursos Humanos la organización avanzó en 17 por ciento; en lo que respecta a Infraestructura estamos en un 8 por ciento; en lo que se refiere a Logística (transporte, comida, alojamiento) rondamos el 40 por ciento; y en lo que hace al equipamiento deportivo, estamos en un 20 por ciento".
La decepción y la preocupación fueron dos de las sensaciones que asaltaron a casi todos los diputados una vez finalizada la reunión. En diálogo con NOTICIAS URBANAS, Godoy afirmó: "Creo ahora se ha tomado la decisión política de hacerlo y nosotros sólo queremos colaborar para que salga bien. Este tipo de alertas institucionales son las que evitan que las cosas fracasen. Creo que el rol de Raúl Fernández va a ser determinante para el éxito de esta empresa".
En tanto, Amoroso dijo tener "más dudas que antes del encuentro" y -junto con Zago- se mostraron más que preocupados por aspectos de la organización como ser la seguridad, los seguros y la emergentología.
Rabinovich, por su parte, señaló: "Con este nivel de organización en los Juegos Odesur, y a sólo siete meses de su realización, la Ciudad de Buenos Aires va camino a hacer un gran papelón frente a los países de Sudamérica que participen en el torneo".