Con el objetivo de facultar a los docentes de una herramienta para sancionar las indisciplinas del alumnado sin pasar por un consejo que evalúe la situación y el castigo correspondiente, el ministro de Educación de la Ciudad, Mariano Narodowski, resolvió modificar la reglamentación de la Ley 223 que en el año 1999 creó los Consejos y eliminó las amonestaciones.
La nueva mecánica fue denominada "Convivencia con límites" y funcionará como marco legal para que las autoridades puedan castigar el uso de teléfonos celulares dentro de las aulas, los ruidos molestos que interrumpan el dictado de clases o la utilización de lenguaje soez.
"Existirá la convivencia con límites, y de esta manera podrán tomar decisiones, sin necesidad de pasar por un consejo que evalúe la sanción. En principio, podrá haber un apercibimiento oral, luego un apercibimiento escrito, y con la acumulación de esas notas escritas podrán tomarse sanciones como la suspensión, el cambio de escuela o la expulsión", explicó Narodowski.
Si bien las amonestaciones no volverán, el nuevo plan permitirá que los docentes recuperen autoridad y quede en claro la "asimetría" entre educador y educando.
"Los adultos tienen la responsabilidad de enseñar, de cuidar y en los casos en los que los adolescentes hacen cosas incorrectas, tienen que mostrarles que está mal y sancionarlos", subrayó el Ministro.