Crónica del primer triunfo de la oposición en el Senado

Crónica del primer triunfo de la oposición en el Senado

La nueva alianza entre el Interbloque de Juntos por el Cambio y el nuevo bloque Unidad Federal pusieron en jaque al oficialismo.


El Senado de la Nación sigue dando que hablar en torno a las dos principales fuerzas políticas (Frente de Todos y Juntos por el Cambio).

Los impedimentos para que hicieron que la cámara alta no sesionara ni durante la prórroga del período de sesiones ordinarias ni en extraordinarias -solicitadas por el presidente Alberto Fernández- comenzaron en los últimos meses del 2022. La última vez que el Senado pudo aprobar proyectos fue el 16 de noviembre pasado.

El atentando contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, los temas judiciales como el que se produjo en torno al Consejo de la Magistratura y el juicio político contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, sumados a los senadores que abandonaron su relación con el oficialismo -Guillermo Snopek, Alejandra Vigo, Edgardo Kueider, Carlos Espínola y María Eugenia Catalfamo- fueron algunos de los obstáculos que tuvo que enfrentar en el FdT para poder avanzar en su agenda parlamentaria.

Aunque el 28 de febrero se llevó adelante la sesión preparatoria para ratificar a las autoridades del Senado, no se debaten proyectos legislativos desde hace cuatro meses.

Desde la oposición, habían acusado al oficialismo de paralizar la actividad parlamentaria y calificaron a la Presidenta del cuerpo como la principal responsable.

Mientras tanto, los senadores del FdT cuestionaron la postura de JxC de no dar quórum, en tanto se siguiera avanzando en Diputados con el juicio político a los miembros del Máximo Tribunal.

Aunque la guerra no quedó allí, mediante comunicados, ambos bloques mayoritarios expresaron sus diferencias. JxC criticó a la exjefa de Estado: “El objetivo fue utilizar este espacio como medio para instalar y concretar su agenda personal, que es la de cooptar a la Justicia en total detrimento de las necesidades de la gente”.

Y agregó: “Ante la insistencia por embestir a la Justicia, esta vez mediante un artificioso juicio político, decidimos tomar la decisión de no dar quórum hasta que no se pusiera fin a semejante atropello”.

También, la oposición denunció que la Vicepresidenta tiene bloqueada la conformación de la Comisión Bicameral de Monitoreo e Implementación del Código Procesal Penal, que no se lleva a cabo desde el 2021, año en el que se conformó el nuevo Congreso de la Nación.

Por otro lado, el FdT no se quedó atrás y le recriminó a JxC no ir al recinto a debatir los temas. “Fue esta bancada oficialista la que vino trabajando casi en soledad todos estos años y se vio obligada a juntar, en la mayoría de las ocasiones, el quórum propio para poder sesionar”.

A su vez, desde el bloque aseguraron: “Hemos trabajado en forma intensa y aprobado en la Cámara alta una reforma integral de la Justicia”.

Si bien la historia intentó modificarse cuando hubo un acercamiento entre uno de los bloques del FdT, José Mayans y los legisladores de JxC para acordar los temas, lo cierto es que las esperanzas quedaron truncas en el intento de realizar una sesión, convocada para el 30 de marzo.

El quórum se había logrado con la presencia de 70 senadores y era presidida por la presidenta Provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, ya que Cristina estaba reemplazando a Alberto Fernández, quien se encontraba de gira por EE.UU.

Algunos de los proyectos que iban a tratarse eran: Ley Lucio, Alcohol Cero, la reducción del IVA en las tarifas eléctricas, la Ley de Enfermería y el pliego de los jueces para Santa Fe y Córdoba.

El cambio de la dinámica del Senado se vio reflejado cuando el Interbloque de JxC y el nuevo Bloque Unidad Federal – conformado por los senadores que se alejaron del FdT – solicitaron, por separado, una sesión para la misma semana.

Las diferencias con el oficialismo se dieron a conocer cuando, en la última sesión, el senador santafesino, Marcelo Lewandowski (FdT) solicitó votar sobre tablas el proyecto de Fortalecimiento de la Justicia Penal Federal en la provincia de Santa Fe, que se aprobó en la Cámara de Diputados.

Luego, el legislador radical Alfredo Cornejo tomó la palabra y pidió una moción de orden para modificar los temas que iban a tratarse y dejar los homenajes y preferencias para el final de la sesión. Y poner en consideración los proyectos que tenían consenso por parte de todo el arco político.

La batalla inició con la decisión de la Presidenta Provisional del Senado de poner en consideración la moción de orden de Cornejo y aclaró que se necesitaban los dos tercios para aprobarlo, ya que lo consideraba un apartamiento de reglamento. Dado que la oposición no cuenta con ese requisito, en ese mismo momento, los senadores de JxC y Unidad Federal se retiraron del recinto, en el medio de gritos y cruces.

En los palcos se encontraban los abuelos de Lucio Dupuy, el niño de cinco años, que fue asesinado por su madre y su pareja, y los familiares de las víctimas que fallecieron en accidentes de tránsito por personas que conducían alcoholizadas.

Los pedidos a la oposición para que no se fueran y trataran la Ley Lucio y Alcohol Cero, en medio de las lágrimas de los familiares que se encontraban en los palcos, se hicieron sentir en los discursos del oficialismo cuando realizaron las expresiones en minoría, una vez caída la sesión.

Después de los incidentes, el senador Cornejo se comunicó con los abuelos de Lucio y les aseguró que el 13 de abril habría una sesión en la cual tratarían el proyecto para evitar más muertes y/o abusos de chicos en manos de sus progenitores o cuidadores.

Lo cierto es que hubo un antes y un después en el Senado desde que la oposición se levantara y le hiciera caer la sesión al oficialismo.

La nueva alianza que se gestó entre los cinco legisladores que rompieron con el FdT y JxC demostró que, hoy, la oposición tiene mayoría parlamentaria en un lugar en el que, hasta hace poco, la agenda era impuesta por el oficialismo.

Esta vez, la pulseada política posibilitó un triunfo para que el principal adversario electoral del FdT midiera su fuerza y ganara la primera batalla.

El Senado se transformó en el suelo fértil para una nueva alianza política y eso se vio reflejado en la última sesión, que no fue tal. Por este rumbo, el FdT perderá terreno, un terreno que no podrá ampliar hasta en tanto no se dispute el poder en las urnas y vaya por una nueva mayoría.

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