Crítica de la Iglesia al Gobierno por la violencia verbal

Crítica de la Iglesia al Gobierno por la violencia verbal


La Iglesia presentó un mensaje por la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. “No podemos utilizar las palabras como si fueran armas para agredir a otro”, advirtió el arzobispo de San Juan y presidente de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, monseñor Jorge Lozano, en un mensaje que se interpreta como una fuerte crítica a la ofensiva del gobierno de Javier Milei contra medios y periodistas y a un estilo que se extiende a varios sectores de la dirigencia política.

“La agresividad que habita en los discursos públicos, en los debates políticos y en las redes genera heridas profundas en el tejido social”, dijo el arzobispo Jorge Lozano.

Lozano citó en su reflexión el mensaje que el fallecido papa Francisco dejó en enero último para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que la Iglesia celebra todos los años el último domingo de mayo. Y advirtió que “la agresividad que habita en los discursos públicos, en los debates políticos y especialmente en las redes, genera heridas profundas en el tejido social”.

El arzobispo profundizó la posición de la Iglesia en favor del diálogo y la convivencia en el escenario político. Y su mensaje se suma al reciente reclamo de la Pastoral Social para que cese la represión de las fuerzas de seguridad en las movilizaciones por los jubilados y la severa advertencia de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal, que preside el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, a raíz de los recortes presupuestarios y restricciones que perjudican a las personas copn discapacidad.

El arzobispo Lozano afirmó que “en un tiempo herido por conflictos, polarizaciones, crisis políticas y climáticas, fake news y guerras, esta invitación (por el mensaje que dejó Francisco) es mucho más que un llamado a los periodistas: es un clamor a todos los creyentes para que comuniquemos con humildad, sin arrogancia ni violencia, la razón de nuestra esperanza”.

Y citó al papa León XIV, al ratificar su llamado a “desarmar las palabras”. Al respecto, el arzobispo fue claro: “No podemos utilizarlas como si fueran armas para agredir a otros”.

“En una época en la cual la palabra se ha convertido muchas veces en arma, urge desarmar la comunicación. La agresividad que habita en los discursos públicos, en los debates políticos y especialmente en las redes sociales, genera heridas profundas en el tejido social”, añadió Lozano.

Sostuvo, en ese sentido, que “el lenguaje no es neutro: puede construir o destruir, acariciar o herir”. Y ´completó: “La mansedumbre, en cambio, no es debilidad, sino fortaleza contenida, la virtud de quien puede hablar con firmeza sin aplastar, transmitir sin herir, defender la verdad sin ridiculizar”.

Monseñor Lozano insistió en que “purificar la comunicación de la violencia verbal y del desprecio sutil es hoy una obra urgente para los cristianos. Significa renunciar al paradigma amigo-enemigo que divide el mundo en buenos y malos, en los que están de mi lado y los que deben ser cancelados. La lógica de la fe nos invita a tender puentes, no a cavar trincheras”.

El arzobispo llamó a promover “una comunicación que no se quede sólo en el dato, en el escándalo o en el conflicto, sino que sepa también narrar las semillas de bien que crecen en medio de la oscuridad.

“La paz social no se construye solo desde la política o la economía: también desde la comunicación. Las palabras pueden ser piedras, pero también pueden ser semillas, alimentar el odio o abrir caminos de diálogo”, expresó Lozano.

“En una sociedad fracturada, en la que el grito parece tener más éxito que el razonamiento, ser cristiano comunicador es un desafío apasionante: es dar razón de nuestra esperanza, con mansedumbre y con respeto”, dijo el arzobispo. Y advirtió que “en este tiempo en el que la palabra puede ser usada como arma, estamos llamados a hacer de ella un instrumento de encuentro, consuelo y reconciliación”.

 

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