En una jornada de intensa actividad política, se concretó el miércoles por la noche una reunión reservada de apenas una hora en la Casa Rosada. El encuentro, que transcurrió pasadas las 20 en la Jefatura de Gabinete, reunió a Karina Milei, Guillermo Francos y Santiago Caputo, considerados el núcleo de mayor confianza del presidente Javier Milei.
El contexto político que marcó esta cumbre incluyó el desplazamiento del titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo; la detención de Ariel García Furfaro y de altos directivos del laboratorio HLB Pharma; y el bloqueo parlamentario a la iniciativa opositora que buscaba revocar el veto de Milei al aumento de jubilaciones.
El resultado fue inmediato: minutos después de la reunión, la cuenta institucional de la Vocería Presidencial difundió oficialmente la remoción de Spagnuolo. Se anunció que el Ministerio de Salud, a cargo de Mario Lugones, intervendría la agencia y en las próximas horas se designaría un interventor, en un movimiento coordinado para asegurar el funcionamiento del organismo.
Frente a los hechos de público conocimiento y ante la evidente utilización política de la oposición en año electoral, el Presidente de la Nación ha decidido, de manera preventiva, la remoción del cargo del Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego…
— Vocería Presidencial (@Voceria_Ar) August 21, 2025
Todo indica que las decisiones estaban redactadas y listas para su publicación en el Boletín Oficial desde anoche mismo, demostrando la planificación previa del Gobierno ante el temporal de repercusiones.
La cumbre operó como una respuesta táctica a la crisis: mientras se activaba el despliegue institucional, el triángulo de hierro buscaba garantizar la estabilidad en la gestión y contener las turbulencias emergentes. El secretismo del encuentro reafirma la estrategia consistente con el modelo adoptado por ese núcleo de poder desde los inicios del gobierno.
La presencia de Francos, Caputo y Karina Milei —sin Milei, quien permanecía en Olivos— ratifica la dinámica centralizadora del poder verticalista, en la que actúan coordinadamente sin necesidad de convocar al Presidente, quien delega en ellos la conducción de crisis urgentes.