La reciente designación de Sergio Iacovino como representante porteño ante la ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo) revela un movimiento estratégico de Jorge Macri para expandir su poder y forjar alianzas fuera de los límites de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Iacovino, un cuadro técnico de larga trayectoria en el Pro, no solo aportará su experiencia en la gestión de la cuenca, sino que también funcionará como un canal directo con los gobiernos de quince municipios bonaerenses de la Tercera Sección Electoral, un territorio tradicionalmente ligado al peronismo.
El nombramiento de Iacovino es parte de una jugada más amplia del jefe de Gobierno porteño para consolidar una alternativa de derecha moderada. Este sector, que se mantuvo reticente a la alianza del Pro con La Libertad Avanza (LLA), ahora ve en la debacle del oficialismo una oportunidad para reconstruirse.
Tras la disolución de las listas del Pro en las de La Libertad Avanza (LLA), numerosos dirigentes y referentes quedaron sin un espacio político. Estos “caídos del mapa” representan una cantera de cuadros valiosos que Macri busca incorporar a su equipo.
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— Sergio Iacovino (@sergioiacovino) January 24, 2025
La figura de Iacovino, conocido por su bajo perfil y sus múltiples conexiones dentro del macrismo, es clave en esta estrategia. Fue la mano derecha de Diego Valenzuela en Tres de Febrero, donde presidió el Concejo Deliberante, y también ocupó cargos en las gestiones porteñas de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Su experiencia en territorio bonaerense lo convierte en el alfil perfecto para tender puentes en una zona que, hasta ahora, ha sido esquiva para el Pro.
La ACUMAR, en este contexto, se convierte en un escenario de relevancia política que trasciende su función ambiental. A través de este organismo, el gobierno de la Ciudad debe coordinar acciones con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional. Este ámbito de trabajo conjunto le da a Jorge Macri la posibilidad de construir los vínculos que, hasta el momento, no ha logrado consolidar.
Con la designación de Iacovino, el jefe de Gobierno porteño demuestra su intención de fortalecer su equipo con cuadros técnicos y políticos con experiencia, muchos de ellos provenientes de la fractura del Pro. Este movimiento no solo busca una gestión eficiente, sino que también tiene un claro objetivo político: posicionarse como un líder capaz de articular una fuerza propia y moderada frente al desgaste del oficialismo nacional.