Más problemas judiciales para Levy

Más problemas judiciales para Levy

El dueño del boliche de Once, República Cromañón, Rafael "Lito" Levy, seguirá siendo investigado por la muerte de 193 personas. Fue revocado su sobreseimiento, aunque por ahora no irá a juicio oral y público.


Los jueces de la sala III de Casación Penal dieron marcha atrás con el sobresimiento al dueño de República Cromañón y de su habilitación, Rafael "Lito" Levy. El empresario con este fallo de Casación pPnal seguirá siendo investigado por la Justicia, pero esto no confirma que sea llevado a un juicio oral y público por la muerte de 193 personas y más de 1.500 lesionados.

"Un sobreseimiento prematuro" es la calificación que figura en el fallo al que accedió NOTICIAS URBANAS y que lleva la firma de los jueces Guillermo Tragant, presidente del tribunal, Eduardo Riggi y Angela Ledesma.

El 1 de julio los magistrados de Casación Penal revocaron lo decidido por los jueces de la sala V de la Cámara de Apelaciones, quienes en su momento también otorgaron el sobreseimiento del ex jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra.

El año pasado el juez Alberto Baños consideró que Levy era socio de Omar Emir Chabán en la realización del recital que protagonizó Callejeros el 30 de diciembre de 2004. Por ello el magistrado lo imputó por los delitos de estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo. A los meses los jueces de la cámara de apelaciones, Rodolfo Pociello Argerich, María Laura Garrigós de Rebori y Gustavo Bruzzone otorgaron el beneficio del sobresimiento al dueño de los varios negocios turbios en la manzana más importante del barrio de Once.

Revocado el sobreseimiento a Levy, desde Casación sostienen que se debe "ahondar la investigación" y para la jueza Ledesma deberían realizarse "careos", seguramente entre Levy y Chabán, ante "versiones contradictorias" de sus roles.

"No es una buena resolución pero es mejor que confirmarse un sobreseimiento", respondió a NOTICIAS URBANAS José Iglesias, querellante y padre de una víctima.

"Había elementos sobrados para mandarlo a juicio oral. Nadie se explica por qué este señor llegó en el 2009 con sobreseimiento en Casación. Lo que queda claro es que este nuevo fallo es un mix. No se enfrenta con la sociedad y dice que se debe seguir investigando cuando quedó demostrado que está probada su participación en el incendio", cerró la entrevista el abogado querellante.

Las pruebas contra Rafael "Lito" Levy son numerosas. Quedó demostrado que a través de Nueva Zarelux, sociedad off-shore radicada en Islas Virgenes Británicas, era propietario de República Cromañón, un salón de baile dependiente del Hotel Central Park, que figuraba a nombre de sus suegros, Juan Chabelsky y Juana Volcovich.

La habilitación del comercio ?vencido días previos del recital su certificado de incendio- estaba en posesión del hotel y figuraba a cargo de otra empresa off shore, Lagarto S.A., que según el juez Baños también controlaba Levy.

No sólo se lo acusa de haber aportado el inmueble, también de acordar la cantidad de venta de entradas a través de Chabán, con quien mantuvo reiteradas reuniones, que fueron reveladas por diversos testigos en distintas instancias judiciales.

Las condiciones irregulares que presentó el salón de baile también son endilgadas a Levy. La colocación de la media sombra en el techo, el uso de pirotecnia dentro del local, el cierre con candado y cadenas de una puerta de salida y las coimas a los responsables de la comisaría 7ª. Además figura en la causa numerosa documentación sobre un "vínculo societario" de Levy con quien fuera el gerenciador de Cromañón, Omar Chabán.

La injerencia de Levy quedó clara cuando se descubrió la plancheta de habilitación en la conserjería del hotel Central Park, como el juego de llaves de los variados ingresos al salón Cromañón.

Levy llegó al punto que en la misma madrugada del 31 de diciembre llegó al hotel para retirar la recaudación del día y una agenda de teléfonos. Nadie lo detuvo, y eso hasta ahora dura.

La empresa fantasma Nueva Zarelux, con dictamen en su contra de la Inspección General de Justicia (IGJ), aún opera. Es propietaria de un local donde se montó el prostibulo Quatro Cat’s y recientemente tramitó el permiso de obra del shopping textil Textirama, un emprendimiento del tipo de La Salada. Tanto el prostíbulo como la galería de ropa están ubicadas en la misma manzana donde ocurrió la mayor tragedia no natural de este país.

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