En medio de los frenéticos contactos para llevar adelante los cambios de Gabinete y mientras cada actor del Frente de Todos interpreta los silencios de Cristina Kirchner a su antojo y conveniencia, algo parece quedar claro: sin un apoyo de la vicepresidenta, los cambios pueden tener efecto acotado. O peor: efecto adverso.
El razonamiento que hacen en el albertismo sostiene que para que todo cierre de manera adecuada, “hay que subirla a Cristina al bote y que reme”. En el FdT entienden que la venia de Cristina es imprescindible. El tema es hasta dónde ceder en sus pedidos para conseguir el Ok en los cambios.
Alberto les prometió a los gobernadores que habrá cambios en el equipo económico y pero mostró con Manzur, que además confirmó que el 31 de agosto va a Diputados a dar su informe. La señal fue clara de que el tucumano está firme como coordinador de ministros.
Pero en ese contexto la vicepresidenta vería vedado uno de sus pedidos: la llegada del chaqueño Jorge Capitanich como jefe de Gabinete. El gobernador, llamativamente, estuvo este miércoles reunido a solas con el Presidente, luego del encuentro que Fernández.
Otro de los nombres observados es el de Daniel Scioli, que hace muy poco dejó la embajada en Brasil para hacerse cargo de Desarrollo Productivo. El exgobernador les transmitió a sus pares de Gabinete que tiene la promesa del Presidente de que “eso no va a pasar”. ¿A qué se refiere? A que no quedaría debajo de Massa, su enemigo interno y rival en sus aspiraciones 2023. Si la degradación ocurriera, nadie descarta que deje su puesto.
Además tampoco está claro que el Presidente consienta otros pedidos más sensibles de Cristina: que se vayan la secretaria Legal y Técnica Vilma Ibarra y el ministro de Trabajo Claudio Moroni.
Como sea, parecería extraño un cierre de reestructuración sin que Cristina consiga alguno de sus reclamos. Por lo pronto, se descuenta que Wado de Pedro seguirá como ministro de Interior y el cristinismo mantendría el área de Energía a su cargo, pese a las duras críticas que hay sobre esa gestión.
