Los alabados y criticados carriles preferenciales que se implementaron de forma temporal en las avenidas Córdoba, Callao y Entre Ríos tuvieron ayer su primer día de prueba en la Ciudad de Buenos Aires. Como saldo de la jornada, los agentes del Cuerpo de Control de Tránsito de la Ciudad de Buenos Aires y el personal de la Policía Federal labraron un total de 457 actas. De todas ellas, solamente 19 fueron cometidas por taxistas.
Del total de infracciones registradas, unas 200 se cometieron por la tarde, mientras que las otras 257 fueron a la mañana. El control se efectuó mediante un sistema de postas por esquina en la que se daba aviso a la posta siguiente sobre los vehículos que estaban infringiendo la norma.
Los controles se instalaron en los cruces de las avenidas Entre Ríos y Belgrano, Callao y Rivadavia, Callao y Córdoba, Pueyrredón y Córdoba, y en las intersecciones de Entre Ríos y Carlos Calvo, Córdoba y Maipú, Pueyrredón y Lavalle, Córdoba y Libertad y Córdoba y Ecuador.
Además, el Gobierno porteño comenzó un sistema de medición a través de equipos GPS colocados en vehículos de transporte de líneas. Con éste se miden velocidades, tiempos de marcha, de detención, etc., a fin de generar una base de datos y realizar una comparación con y sin implementación de los carriles exclusivos.
De esta forma, el Ejecutivo podrá cuantificar los resultados, a partir de un gran volumen de información que permitirá auditar el funcionamiento de las vías preferenciales. También permitirá introducir las modificaciones necesarias en el sistema, tendiente a optimizar el tránsito y transporte porteño.



