Aunque el monto exacto no fue precisado oficialmente, estimaciones de operadores financieros y consultoras privadas sugieren que la Argentina habría usado alrededor de US$2.700 millones, destinados principalmente a reembolsar dólares empleados en la intervención cambiaria previa a las elecciones y a cubrir vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) concretados el viernes pasado.
Según Bessent, el movimiento del swap fue “una operación rentable y de bajo riesgo para los contribuyentes estadounidenses”, dado que se trata de un préstamo a corto plazo respaldado por pesos argentinos.
El convenio, anunciado en octubre, permite al BCRA acceder a liquidez inmediata en dólares sin recurrir a nuevos préstamos tradicionales. “Le prestamos dinero a un gobierno para estabilizarlo durante una elección, y ganamos dinero con ello”, subrayó el funcionario.
Economic security is national security. And this administration successfully pursued peace through economic strength to stabilize an ally in Latin America.
Our intervention in Argentina was never a “bailout.” It was a swap line that made money for the American people. pic.twitter.com/WzLzPDqpoB
— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) November 11, 2025
La activación parcial del swap comenzó a hacerse evidente la semana pasada, cuando el BCRA publicó su informe semanal y el Fondo Monetario Internacional actualizó los datos sobre las tenencias globales de Derechos Especiales de Giro (DEG).
En su reporte del 31 de octubre, la autoridad monetaria argentina indicó un incremento en la posición de reservas y en la cuenta de DEGs por US$640,8 millones, que coincide exactamente con el monto que el Tesoro de EE.UU. reportó como disminución en sus tenencias ante el Fondo. Esta coincidencia en las cifras fortaleció la teoría de que una parte del swap había sido efectivamente activada.
A pesar de la afirmación de Bessent, ni el BCRA ni el Ministerio de Economía han hecho públicos detalles oficiales sobre la cantidad utilizada ni las condiciones del acuerdo. Asimismo, no se ha aclarado si el tramo activado podrá ser renovado o ampliado en los meses venideros.
Desde Washington, la administración de Estados Unidos ve la asistencia a Argentina como un componente de su estrategia para lograr la estabilidad regional. “No deseamos otro Estado fallido en América Latina”, había declarado Bessent días atrás, al respaldar a Milei.


