El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que su gobierno está trabajando en un plan adicional de ayuda para Argentina por 20.000 millones de dólares, que se sumaría a un swap previo de igual monto. Esta iniciativa tendría como objetivo reforzar el respaldo financiero externo al país en un momento de complicaciones económicas.
Según Bessent, esta línea de crédito complementaria —desarrollada con bancos privados y fondos soberanos— estaría más orientada al mercado de deuda que al mercado cambiario. La ayuda estaría respaldada por Derechos Especiales de Giro (DEG) provenientes del fondo de estabilización cambiaria estadounidense, convertidos a dólares. Con esto, el funcionario resumió que el total de asistencia llegaría a los US$ 40.000 millones hacia Argentina.
El funcionario enfatizó que este apoyo financiero no está vinculado a un contexto electoral, sino más bien a una relación política. Dijo que mientras Argentina continúe aplicando políticas consideradas favorables, mantendrá el respaldo de Washington. Al mismo tiempo, señaló que ese apoyo dependerá de que el presidente argentino pueda vetar iniciativas legislativas que vayan en contra de su programa económico.
Honored to participate in @POTUS’ meeting with President @JMilei to discuss how Argentina can be Great Again by embracing economic freedom.
President Milei has given Argentina a chance to end a decades-long decline under Peronism, and we hope Argentina seizes the opportunity… https://t.co/z5qZdmBRfZ
— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) October 14, 2025
En el ámbito doméstico, el presidente Javier Milei aseguró que la asistencia estadounidense persistirá incluso después de las elecciones legislativas del 26 de octubre. En una entrevista con la CNBC, afirmó que el respaldo está garantizado al menos hasta 2027. Asimismo, recordó que, en su encuentro con el presidente Donald Trump, éste dejó claro que la generosidad hacia Argentina dependerá del resultado electoral.
En última instancia, la iniciativa representaría un fuerte respaldo externo al gobierno argentino, pero también condiciona su continuidad al cumplimiento de lineamientos macroeconómicos. El desafío será trasladar ese anuncio hacia resultados concretos en términos de estabilización, crecimiento y confianza económica.