La crisis financiera y laboral en el Hospital Garrahan, desafortunadamente, no es algo novedoso. ¿Por qué considera que esta situación es aún más crítica que otras experiencias?
Yo estoy en el hospital desde hace dos años. Pero los médicos que ya tienen más de treinta años de antigüedad, te dicen que nunca vivieron la situación que se está atravesando ahora. Lo más preocupante es la falta de respuesta por parte del gobierno. Siempre hubo diálogo entre las partes y hoy ni siquiera estamos pudiendo conseguir eso. En el caso de los residentes, estamos hace más de un año intentando abrir una mesa de diálogo y está siendo imposible. Ya ni siquiera se quieren sentar a charlar. Enviamos mails, cartas a nuestro empleador que es el Ministerio de Salud de la Nación, pero no nos quieren recibir. Y están al tanto de nuestros bajísimos salarios y las condiciones precarias en las que trabajamos. No les interesa. No estamos pidiendo privilegios. Solo exigimos un sueldo digno para vivir.
Algo que es importante aclarar y que quizás algunos no saben es que el residente es un médico ya recibido. Es decir, es un profesional.
Exacto. Nosotros ya somos médicos matriculados. Lo que hacemos en la residencia es una especialización que es como hacer otra carrera. Por eso, se dice que tenemos doble título. En nuestro caso, seríamos médicos y además pediatras. Eso implica que, incluso cuando todavía no estamos recibidos de pediatras, ya cargamos con responsabilidades complejísimas como las que exige ser médico. No puede ser que un profesional que trabaja alrededor de setenta horas semanales gane un promedio de tres mil pesos la hora. Nuestro salario está por debajo de la línea de la pobreza.
¿Cuál es el salario mensual de un residente en el hospital? ¿Y el de un médico de planta?
Un residente de primer año cobra $797.000 en mano por mes para trabajar setenta horas semanales. Es decir, 280 horas mensuales. Y un médico de planta, alrededor de $1.800.000 mensuales. Sigue siendo un salario que no es acorde a la labor que se ejerce. Insisto, la pediatría es una segunda carrera universitaria. Ni hablar de la enorme responsabilidad que conlleva ejercer y particularmente en el Garrahan. El hospital recibe casos de todo el país e incluso de países fronterizos. Es un caudal enorme de pacientes. En números, podemos decir que se realizan más de cien operaciones de trasplante al año, el 45% de los pacientes oncológicos del país son tratados acá y esto es la salud pública. Nosotros defendemos nuestro salario y nuestro trabajo porque también defendemos la salud pública que es aquella que permite que familias de sectores vulnerables puedan acceder a servicios de excelencia.
¿Cómo hace un profesional del hospital para afrontar los gastos mínimos del día a día?
La mayoría tiene otro trabajo fuera del hospital. Sí, parece irreal, pero es el caso de muchos de nosotros. En el mejor de los escenarios, recibimos ayuda económica de nuestros familiares. Con este sueldo es imposible mantenerse solo. No es viable para mantener un alquiler, hacer las compras del supermercado y además, movilizarse.
¿Ustedes no perciben ningún tipo de subsidio para cubrir viáticos de transporte?
Nada. Sí, recibimos por parte del hospital un bono que es el denominado “bono genuino” de $200.000. Ayuda, pero mínimamente. Sigue sin alcanzar para satisfacer las necesidades básicas.
¿Ni siquiera haciendo horas extras de guardias?
Ni siquiera. Y eso que nosotros hacemos al menos seis guardias de 24hs por mes.
Para aquellos que no ejercemos esta profesión, ¿podría decirnos, por ejemplo, cuántas horas de sueño se sacrifican?
Los días que hago guardia directamente no duermo. Yo puedo salir de mi casa a las siete de la mañana para ir al trabajo y volver recién de nuevo a mi casa a las once de la mañana del otro día. O sea, en general, paso más de un día sin dormir. Y mi trabajo no consiste sólo en atender niños con patologías simples como puede ser una gripe. Esos suelen ser la minoría de los pacientes que llegan. Nosotros acá atendemos a niños oncológicos. Las patologías más extrañas del país aterrizan acá. Hasta de sanatorios privados vienen acá. Desde Galeno hasta Swiss Medical. Eso demuestra la formación que hay acá y que repito, no se consigue en otros lugares. Es fundamental proteger el Garrahan porque significa proteger la salud de toda nuestra población, la salud de los niños.
¿Por qué cree que todavía el Garrahan sigue recibiendo la demanda de todo el país?
El tema es que el resto de los hospitales no están lo suficientemente bien equipados para poder atender los casos de alta complejidad que nosotros sí podemos cubrir.
¿Está habiendo una fuga de muchos médicos hacia el sector privado?
Por supuesto. Estas condiciones laborales generan un vaciamiento del hospital. Un vaciamiento silencioso de grandes profesionales. Se están yendo porque los sueldos son mejores en otros lugares. Aguantaron hasta donde más pudieron. Los que seguimos acá lo hacemos por vocación. Pero la vocación no alcanza para poder vivir. El paro es eso. Ya estamos en nuestro quinto día de paro y no vamos a frenar hasta que nos escuchen y nos den una respuesta. No podemos seguir así. Se han ido profesionales de todas las especialidades. Con que ya se pierda un médico y más por algo monetario, es una tragedia. El Garrahan es el centro de formación más importante. Lo que se aprende acá no se consigue afuera. Para poder ejercer en el hospital es casi requisito básico haberse formado acá.
Ante este vaciamiento, ¿se vieron obligados a tener que cubrir más de las seis guardias de 24hs estipuladas por mes?
Si un día nos piden que en vez de seis, hagamos siete u ocho guardias al mes, las tenemos que hacer. Sumado a las guardias, que es lo que más dinero nos da, que hacemos afuera del hospital, es decir, en nuestros otros trabajos. Cuando digo que no dormimos estoy siendo bastante literal.
¿Cómo afecta la salud de la población la reducción de profesionales en el hospital?
Son menos médicos por grupo de pacientes. Eso significa que la atención no es la misma. Estamos hablando de médicos que están agotados, sin dormir, agobiados. Uno no es el mismo, por más voluntad que le pongas.
¿Cuál es el salario promedio de un residente en una institución privada?
Mientras que en el hospital, un residente de primer año tiene un sueldo de $790.000 mensuales, en un instituto privado de salud, puede llegar a ganar el doble. La diferencia es abismal. Y así y todo, estamos hablando de un sueldo de menos de $2.000.000 mensuales. No alcanza y sobre todo, no es acorde al trabajo que realizamos. No sabemos cuál va a ser la experiencia de los residentes que entran este año en septiembre. Esperemos que no se vayan, pero es difícil retenerlos con estos salarios tan bajos.
¿Es cierto que los concursos para vacantes del Garrahan ya no son tan competitivos justamente por la falta de convocatoria?
Antes, la gente se peleaba para entrar al Garrahan. Las vacantes eran limitadas para la enorme demanda de médicos que querían ingresar. Ahora, con una diferencia salarial del 65%, obviamente que los médicos recibidos van a preferir hacer sus residencias en otros lugares donde les paguen mejor.
Recientemente, a través de un decreto de necesidad de urgencia (340/2025), el gobierno nacional limita el derecho a huelga y amplía las actividades consideradas esenciales. De acuerdo a esta normativa, se tiene que garantizar un funcionamiento de entre 50% y 75% en caso de estar en conflicto. ¿Cuál es su posición frente a esto?
Nosotros presentamos un amparo frente a esto y por ahora, no fuimos notificados.
¿Pudieron hablar con la actual líder del Consejo Administrativo, la médica Soraya Anis El Kik, nombrada por el actual gobierno?
El consejo tiene la misma postura que la del gobierno nacional. No hay ningún tipo de respuesta. Incluso, dijeron que ante el paro de residentes, los médicos de planta no tienen ninguna excusa para no poder ejercer sus funciones. Como si el hospital Garrahan funcionara bien sin el trabajo de los residentes. Es imposible. Somos alrededor de 300.000 los residentes. Es un montón de personal el que está parando.
¿Y qué va a suceder si no obtienen ningún tipo de respuesta?
Esperemos que no sea el caso, pero a esta altura ya nada me sorprendería. Sería terrible que no les interese en absoluto la salud pública.
¿Cuál es el próximo paso entonces?
Vamos a marchar este jueves 29 de mayo a las 12hs del mediodía desde el Hospital Garrahan hasta el Ministerio de Salud de la Nación. Invitamos a todos los ciudadanos que quieran acompañarnos en nuestro reclamo a venir o por lo menos, a difundir información sobre lo que está sucediendo.
¿Qué le sucede a usted particularmente con toda esta situación?
Me acuerdo de esa chica de quince años que soñaba con ser médica y llegar al Garrahan. Y… perdón si se me quiebra la voz. Pero… nunca pensé que este iba ser el escenario que me iba tocar vivir. Nunca pensé que iba a tener que trabajar con un sueldo que está por debajo de la línea de la pobreza. Nunca pensé que lograr mi sueño iba a tener un costo tan alto. Tener que elegir entre poder tener un buen sueldo y resignar mi vocación por ayudar a quienes más lo necesitan es completamente desgarrador, pero por sobre todas las cosas, injusto. Yo no estudié para estar haciendo paros. Ninguno de nosotros disfruta de hacer paros. Queremos trabajar. Estudiamos para poder acompañar a las familias que acuden a nosotros, para escucharlas, para curarlas. Y nos formamos para estar adentro del hospital, no afuera. Tengo el derecho a tener un sueldo digno. Es mi derecho. Tengo el derecho de cobrar un sueldo digno y no esta miseria. La vocación no puede ser a costa de vivir en la pobreza. No se puede abusar de la vocación que tenemos. Con la vocación, no se vive. Y no nos sirve que nos aplaudan sólo en la pandemia. Esto es todos los días. Quizás, el de afuera no entiende qué es todo lo que hacemos. Les pedimos que por favor, nos escuchen. Se pueden informar de todo a través de nuestras redes. Nuestro Instagram es @asamblearesidentesgarrahan y ahí pueden ir viendo todo lo que estamos haciendo. Nadie está pidiendo privilegios, solo un salario digno.