Adquirir los mismos productos en diferentes partes del país no tiene un costo uniforme. Artículos como pollo, aceite, fideos, arroz y otros elementos de la canasta básica pueden presentar precios muy variados según la zona, con discrepancias que pueden llegar hasta el 73% en los estantes.
Aunque existe cierta consistencia en la velocidad de aumento de los precios, los puntos de inicio varían considerablemente. Según datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), una canasta compuesta por 11 alimentos esenciales puede costar hasta un 32% más en ciertas zonas del país en comparación con otras.
Las distancias, la relación entre la oferta y la demanda, así como el nivel de ingresos de la población, generan notables variaciones en los precios de los productos. Por ejemplo, el paquete de harina de trigo común se ofrece a $1.028 en el Gran Buenos Aires y tiene un costo de $1.028 en la Patagonia, lo que representa una diferencia del 25%.
Las mismas áreas son responsables de los precios más altos y más bajos del kilo de arroz blanco simple en el país. Específicamente, este producto se comercializa a $2.564 en el sur y se encuentra a $1.920 en el Gran Buenos Aires.
El pan francés es el producto con mayor brecha del país. Según el Indec, el precio promedio es de $3.334 en el Gran Buenos Aires y de $1.931 en Cuyo. Los $1.043 de diferencia se traducen en la mencionada brecha del 73%.
La diferencia en los precios de los fideos secos tipo guiseros es notable. Según los datos recopilados por el organismo de estadísticas, se observa una marcada disparidad entre las regiones. En esta ocasión, la región más costosa es la Patagonia, con un precio promedio de $1.606 por un paquete de 500 gramos, mientras que la región noreste se posiciona como la más económica, con un costo de $1.124. En términos porcentuales, la diferencia alcanza el 43%.
Huevos, papas y azúcar
El Indec evalúa mensualmente tres productos en diversas regiones del país. Uno de ellos es la docena de huevos, donde se observa una diferencia de casi $1.000 entre la Patagonia, donde su precio es de $4.021, y el Noreste, con un costo de $3.051. Esto representa una variación del 32%.
En cuanto al kilo de papa, su precio es más accesible en el noroeste, donde se encuentra a $876, en contraste con la Patagonia, que presenta un precio promedio de $1.429. La diferencia en este caso alcanza el 63%.
Por último, el azúcar también muestra una disparidad significativa. En la región patagónica, el kilo se vende a $1.377, mientras que en el noroeste su precio es de solo $971, resultando en una diferencia del 42% entre el valor máximo y el mínimo en el país.
Sumando todos estos productos, la canasta de once alimentos tiene un costo total de $34.535 en la Patagonia. Las demás regiones están por debajo de los $30.000, siendo la más económica la del noreste, donde la canasta completa cuesta $26.240 para los consumidores.
Carnes y leche
El kilogramo de carne picada común no escapa a esta tendencia. En realidad, hay una disparidad de $3.248 entre la Patagonia, donde se vende a un promedio de $9.464, y Cuyo, que presenta un costo medio de $6.216, lo que implica una diferencia del 52%. Este producto se posiciona como el tercero con mayor variación, solo superado por el pan francés y la papa.
Por otro lado, Cuyo se destaca como la región con el precio más elevado para el pollo entero, cuyo costo promedio por kilo alcanza los $3.616 en góndola. Sin embargo, la diferencia con la región más económica, el Noreste, es mínima, ya que allí el mismo producto se ofrece a $3.151.
En cuanto a la leche fresca entera en sachet, también se observa una brecha del 15%, siendo la Patagonia la más costosa con $1.707 y el Gran Buenos Aires la más asequible con $1.486. Una situación similar se presenta con el aceite de girasol; la botella de 1,5 litros tiene un precio más elevado en la Patagonia ($4.326) y es más económica en GBA ($3.865), lo que revela una diferencia del 12%.