El presidente de la Consultora AR y Asociados, Alejandro Raele, volvió a plantear en NU Radio un diagnóstico crítico sobre la situación económica argentina y recordó que, apenas asumido el gobierno de Javier Milei, había anticipado lo que definió como una “pandemia económica”. En aquella oportunidad, según recordó Antonio Lizzano, Raele había señalado que “en la pandemia no se podía salir por el virus; en la pandemia económica no se puede salir por falta de plata”. Dos años después, sostiene que ese fenómeno se profundizó. “Lo que estamos sufriendo es el avance de ese deterioro”, afirmó, y explicó que la actual política económica está orientada a provocar una transformación social estructural.
Raele sostuvo que existe una intencionalidad definida detrás del rumbo económico: “El plan está pensado para disminuir a un tercio a la clase media argentina”. Según indicó, el objetivo es convertir a una parte significativa de ese sector en clase baja —“mucho más fácil de controlar”— y a otra porción menor en clase media alta, aunque sin llegar a niveles de alto poder adquisitivo. Para el consultor, esto se relaciona con la función clave que la clase media tiene en la redistribución de la riqueza: “Si la clase media se diera cuenta de que los gobiernos liberales van por ellos… porque la clase media es el mayor distribuidor de riqueza de la República Argentina”.
En esa línea, cuestionó el destino que toman los beneficios de sectores estratégicos como Vaca Muerta. Citó el caso de YPF y la participación noruega en el shale: “¿Algo te hace pensar que la ganancia va a ir a parar a los bolsillos de la clase media? No”. Según describió, la renta se reparte entre “las clases más altas”, los pagos de deuda y “una ínfima parte” en salarios de provincias petroleras, lo que deja en una situación crítica al conurbano bonaerense y a la Ciudad de Buenos Aires. Raele advirtió además sobre señales preocupantes en el sistema financiero y comercial: “Los bancos recaudan 90 y tienen que pagar 100… les da rojo”, y sumó que el comercio y las aseguradoras también están bajo presión.
Raele consideró que el debate sobre plataformas de compras como Temu es apenas “fulbito para la tribuna” y señaló que el verdadero problema está en la magnitud del gasto en dólares del sector medio y alto, particularmente en turismo. “La clase media y la alta consumieron 13.600 millones de dólares en turismo”, ejemplificó, frente a los 100 millones de los sectores más bajos. A esto se suma, dijo, un escenario internacional adverso: “Se viene un problema serio con los bonos por Japón”, que podría impactar en las posibilidades argentinas de colocar deuda. Asimismo anticipó un fuerte drenaje de divisas por el próximo Mundial de Fútbol: “Ahí tenemos una fuga de 10.000 millones de dólares al mundial”.
Durante la entrevista, Raele repasó también su reciente viaje laboral a Italia y lo contrastó con la situación argentina. “El estándar de vida es mucho mejor… pero lo que te llama la atención es lo barato que están los alimentos”, relató. Cuestionó la concentración en el sector alimentario local: “La clase media y la clase baja están atrapadas por el monopolio de la producción de alimentos… pocas manos”. Destacó además la diferencia en transporte y consumo cotidiano: “Viajar en colectivo en Nápoles es más barato que en Buenos Aires”, y agregó que incluso en un hotel cinco estrellas de Roma “el café sale lo mismo que en una confitería de Perú y Avenida de Mayo”.
Para Raele, la raíz del problema está en la estructura productiva argentina, centrada en la exportación de materias primas sin industrialización: “Si nosotros estamos vendiendo materias primas, no estamos en condiciones de tener un dólar barato”. Comparó el valor de una tonelada de soja con el de productos industriales europeos: “Una tonelada de soja no alcanza a pagar ni la mitad de lo que vale una de un auto Mercedes-Benz”. En este contexto, afirmó que el país ajustará el valor del dólar “por las malas, porque por las buenas no hay salida”. Lizzano despidió al consultor destacando la precisión de sus análisis, mientras Raele advirtió: “Estate atento al efecto japonés”.

