Agustín Rossi suma influencia en el círculo íntimo del Presidente

Agustín Rossi suma influencia en el círculo íntimo del Presidente

El exministro de Defensa es el ideólogo de no responder más los agravios del kirchnerismo.


El exministro de Defensa, Agustín Rossi, crece en su influencia hacia el Presidente. Según las fuentes consultadas por La Nación, fue el ideólogo de dejar de hablar de la interna del Frente de Todos y la pelea con la vicepresidenta Cristina Kirchner y su hijo, Máximo.

“Ni en on ni en off the récord”, fue la recomendación a la que se abrazó Alberto Fernández. Agustín Rossi, “el Chivo”, gana terreno dentro de un esquema reservado para unos pocos, el primer anillo de confianza del Presidente.

El Presidente y el exministro de Defensa hablan prácticamente a diario; también se repiten las visitas, sobre todo a la quinta presidencial de Olivos. Otras tantas, las menos, en la Casa Rosada, como sucedió esta semana; lugar que Rossi no pisaba desde hacía dos meses.

Con el correr de las semanas el santafesino se transformó en uno de sus principales asesores, sitio que solía ocupar el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, hoy abocado a una agenda totalmente alejada de las urgencias que atraviesan al gobierno nacional.

Fernández, según la experiencia de Rossi, solo debería hablar de la gestión. “Quedan 20 meses de gestión, eso es lo que va a evaluar la gente”, dijeron fuentes oficiales.

El jefe del Estado se siente cómodo con Rossi. Desde hace tiempo busca incorporarlo al gabinete nacional, pero por ahora no hará cambios. Según pudo saber La Nación, le ofreció sumarse como asesor, integrar el listado que lidera Juan Manuel Olmos, pero el exdiputado prefirió seguir con el esquema actual. No estar involucrado de forma diaria en la gestión le permite entrar y salir sin problemas.

El santafesino, figura a la que no se le puede discutir su raíz kirchnerista y su lealtad a Néstor y Cristina Kirchner –con quien recompuso su relación a fin de año–, es uno de los que más insiste para que los ministros salgan a defender la gestión. Hasta ahora, producto de la interna y la falta de liderazgo, es un déficit.

“La elección de 2023 todavía no está jugada”, dijo Rossi, que sostiene que las cartas aún están en manos del Presidente y su equipo.

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