En medio de una interna cada vez más tensa, el diputado nacional del Pro por Córdoba, Oscar Agost Carreño, denunció públicamente la intervención del partido en su provincia por parte del sector liderado por Mauricio Macri. “El Pro nacional viene en una crisis de identidad muy compleja”, expresó.
También cuestionó duramente el manejo “verticalista” del partido. Según el diputado, la intervención no respondió a irregularidades reales, sino a una necesidad política de controlar las decisiones desde la Ciudad de Buenos Aires.
“La lapicera es una cuestión de poder”, afirmó Agost Carreño, al explicar que la intervención en Córdoba fue decidida apenas dos días después de convocar elecciones internas. “Querían evitar que alguien que no fuera servil al poder de Mauricio Macri ganara”, sostuvo.
Además, acusó a Laura Alonso, designada como interventora, de jamás haberse presentado en la provincia: “No fue al juzgado ni cumplió con obligaciones básicas como presentar balances o terminar planes de capacitación”.
El diputado también cuestionó la tendencia a concentrar decisiones partidarias en la capital del país, tanto en el Pro como en el kirchnerismo y en La Libertad Avanza (LLA). “Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Javier Milei quieren tener todas las lapiceras en Buenos Aires”, señaló, y agregó que esa lógica atenta contra el federalismo y la democracia interna. “En el interior tenemos intendentes, legisladores, estructuras reales que no tienen nada que ver con las disputas nacionales”, subrayó.
Agost Carreño celebró el reciente fallo de la jueza María Servini que frenó la intervención del PJ en Salta, y expresó su esperanza de que se aplique el mismo criterio en Córdoba. “No me beneficiaría solo a mí, sino a todas las autoridades elegidas por los afiliados”, destacó, defendiendo el derecho de los cordobeses a organizar su partido sin imposiciones externas. “Esto no es solo una pelea jurídica, sino por la autonomía política de nuestra provincia”, afirmó.