Nuevamente la izquierda no irá unida a las elecciones

Nuevamente la izquierda no irá unida a las elecciones

Una vez más, los partidos políticos de izquierda argentinos se culpan mutuamente por no haber llegado a un acuerdo electoral que les permita presentarse unidos a las próximas elecciones. En esta ocasión el Partido Obrero afirmó que Izquierda Unida no aceptó su propuesta, a la vez que estos últimos manifestaron que la negociación se cayó debido a que los obreros cambiaron de opinión a último momento. Dirigentes ofendidos, militantes resignados e "independientes" encumbrados, son algunos de los personajes de esta novela


Al cerrar a las doce de la noche de este jueves el plazo para que los partidos políticos presenten su formula presidencial, se acabó toda esperanza de que la izquierda argentina se una. En la última reunión que mantuvieron el jueves dirigentes del Partido Obrero y de Izquierda Unida, no solo no llegaron a un acuerdo para hacer una alianza electoral, sino que de la misma muchos salieron ofendidos.

A los negociadores del PO no les gustó nada que IU haya vetado la candidatura a vicepresidente de su líder Jorge Altamira, el cual para no escuchar a los herejes viajó a Neuquen. Por otra parte, los miembros del Partido Comunista y del Movimiento Socialista de los Trabajadores lamentaron que los obreros hayan anticipado a los medios de comunicación su respuesta negativa a la "propuesta integral".

La "propuesta integral" otorgaba al Partido Obrero la elección de un candidato a la vicepresidencia entre dirigentes "independientes" y a Jorge Altamira la cabeza de la lista de diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires, que por la simple sumatoria de los votos de la ultima elección lo ubicaba dentro de la Cámara de Diputados de la Nación. Es decir, el legislador porteño hubiese pasado a ser un dirigente bonaerense por arte de magia.

En tanto, IU se quedaba con la postulación de la "independiente" Patricia Walsh a la presidencia de la Nación. Pero los comunistas no aceptaron que en este primer acuerdo solamente se elija la formula presidencia -integrada por el dirigente porteño Marcelo Ramal del PO y Walsh- y los obreros difundieron en la prensa su negativa a la "propuesta integral". Es decir, la unidad deberá venir "por decantación" y no por negociación.

"El PO hizo todos los esfuerzos para salvar una fórmula frentista de la izquierda, que estableciera un terreno común para luchar contra los candidatos del régimen. La negativa de IU a todas las variantes propuestas por el PO revelan que detrás del slogan de la ‘unidad de la izquierda’ sólo existe una política fraccional y de aparato", expresó el Partido Obrero.

En tanto, los comunistas afirmaron: "IU lamenta profundamente que una vez mas no se haya podido lograr la unidad de una fuerza importante de las fuerzas de izquierda, reclamo de los luchadores y de una gran mayoría de nuestro pueblo. no obstante, y mas allá de la coyuntura electoral actual, seguirá bregando para que este objetivo se concrete en la Argentina y de cara a las próximas elecciones provinciales continuando las conversaciones con todas las fuerzas que estén dispuestas desde ahora a sumarse al proyecto unitario imprescindible para derrotar a las variantes continuistas del sistema".

Una vez más, los obreros y los comunistas no llegaron a un acuerdo. Hace más de dos años, cuando las fetas de salame eran parte del voto bronca, ambos partidos se comprometieron a ser una alternativa al sistema. Pero no solo no se convirtieron en eso, sino que además plantean prácticas típicas de los partidos tradicionales, como lo son trampear la residencia de sus dirigentes para ubicarlos donde tengan más chances de conseguir un puesto en la "Honorable Cámara de Diputados de la Nación".

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