"Tuvimos responsabilidad en el fracaso de (Fernando) de la Rúa por el apoyo que le extendimos, no sólo en términos políticos porque a un gobierno le puede ir mal, pero en el sentido de haber defraudado la esperanza de la gente", admitió este jueves Aníbal Ibarra en declaraciones radiales.
A modo de autocrítica, afirmó que "no se puede ser opositor por definición después de lo que hemos pasado nosotros con un Presidente que se va en helicóptero con represión y muerte en la plaza" y agregó: "ahora tenemos un presidente con presencia internacional, con un país que crece y con una agenda con las cosas prioritarias para la gente".
En un nuevo intento por mostrarse como el aliado del Presidente en Capital, el jefe porteño -que hoy atraviesa cuestionamientos de sus socios en el Gobierno de la Ciudad- definió: "yo soy opositor de las cosas que estoy en desacuerdo, pero si estoy de acuerdo no tiene sentido mostrarse como oposición".
En tanto, los hombres del Gobierno nacional que participan en el Gobierno porteño no están tan contentos como Ibarra de haber formado una coalición. En la intimidad, le cuestionan falta de ejectuvidad en la gestión. "Es el estilo ‘no me vengas con problemas’, más la forma radical de hacer política", juzgan.
Por razones obvias, los hombres de Néstor Kirchner en la Ciudad empezaron a hablar de "espacio" común con Ibarra, en lugar de "alianza". Dicen es para ahuyentar malas experiencias.