Después de los magros resultados que obtuvo en terreno porteño en las elecciones primarias, el radicalismo de la Ciudad busca levantar cabeza y ya está definiendo una nueva estrategia de campaña.
Reuniones aquí, reuniones allá, los boinas blancas ya tienen algunos puntos que serán los que marcarán el ritmo de los días desde la semana que viene hasta el 23 de octubre, fecha de la elección definitiva.
La campaña radical se centrará en el vecino y en los barrios. El objetivo es llegar directamente al votante movilizando la militancia y el peso territorial que tiene el histórico partido en la Ciudad.
Se realizarán varias actividades en este sentido y se está estudiando la posibilidad de adoptar la fórmula que tanto éxito parece haberle dado al macrismo. Los radicales implementarán el famoso ?timbreo? para dar a conocer sus propuestas y sus candidatos.
La lista de diputados por la Ciudad del radicalismo que encabezan el ex fiscal, Manuel Garrido, y el titular de la corriente interna La Cantera Popular, Hernán Rossi, obtuvo poco más del cinco por ciento de los votos y, si repiten la performance, no lograría colocar ningún legislador nacional.
Por eso, la UCR Capital vive por estos días un proceso de recomposición emocional. Hay que levantar los ánimos para encarar el último tramo de la campaña. Comenzarán con las actividades la semana que viene y con las expectativas de sumar las mayor cantidad de diputados nacionales posibles.
