El jefe de gobierno Aníbal Ibarra prometió este miércoles que no perderá esta "segunda oportunidad" que se abrió con su reelección y anticipó una "etapa de despegue" en la Ciudad que, según juzgó, estará estimulada por los "cambios de aire en el escenario nacional" a partir de la llegada de Néstor Kirchner al poder.
"Hoy vengo a decirles que estamos entrando en una nueva etapa, la etapa del despegue, la etapa de la reconstrucción", prometió el jefe porteño poco después de prestar juramento ante los legisladores.
Ibarra, quien esta mañana asumió formalmente su segundo mandato, leyó un discurso durante casi una hora y media en el Parlamento porteño. En su exposición, hizo anuncios para los cuatro años de gobierno que tiene por delante; le tiró flores al Gobierno nacional y se mostró como un aliado del presidente Néstor Kirchner.
"En esto estamos desde que asumió el nuevo gobierno: en hacer cosas juntos. Lo estamos haciendo en materia de vivienda, educación, seguridad y transporte público", definió. Y agregó: "de la misma manera que ocurre con la mayoría de los argentinos, hoy estamos mirando el horizonte con nuevas expectativas".
"Hay nuevamente esperanza en Argentina. Hay energías renovadas. Hay un nuevo desafío: utilizar la fuerza de esa esperanza para acelerar el despegue, para darle un sentido, para dotarlo de una dirección estratégica", afirmó en uno de los tramos salientes de su discurso.
La ceremonia de la jura comenzó a las 10:30, en el recinto de sesiones de la Legislatura porteña. Ante los legisladores prestaron juramento el vicejefe porteño Jorge Telerman e inmediatamente después Ibarra, que luego habló hasta las 12.
"Siempre hay nuevas oportunidades en la historia. Pero la oportunidad siguiente nos anuncia trágicamente la pérdida de la oportunidad anterior. No perderemos ésta. Ésta es nuestra oportunidad", prometió.
En otro momento habló de la transversalidad. En este punto, señaló que esa nueva palabra no debe ser utilizada mediáticamente, ni convertirse en el "ultimo grito" de los acuerdos de cúpulas. "La mejor transversalidad es la que se establece entre la política y la sociedad", expresó Ibarra. En este punto fue cuando prometió que implementará "transversalidad" desde su propia gestión.
Ibarra fue aplaudido tres veces por los legisladores, siempre en los tramos más políticos de su discurso. La primera fue cuando habló del "poder destructivo" de la política de los años ’90. "No acuerdo -subrayó- con quienes dicen que la política de los ’90 generó desaparecidos sociales. Es una frase efectista pero falsa. No han desaparecido, están frente a nuestros ojos y reclaman su derecho a que la sociedad en la que viven les ofrezca respuestas. Me pregunto si quienes así los consideran preferirían no ver a estos compatriotas, a los que la exclusión ha tratado de convertir en fantasmas".
Juzgó como proyectos estratégicos de su gestión la Ley de Comunas y la Reforma Política y les pidió a los legisladores una rápida sanción. "No es un capricho; es un mandato social categórico", señaló.
El último aplauso que le arrancó Ibarra al público fue casi en el cierre de su alocución, cuando recordó el aniversario de los 20 años de la democracia. "Quiero -dijo el jefe porteño- rendir un sincero homenaje a todos aquéllos que contribuyeron desde la participación, desde las ideas, desde la militancia, a la consolidación del sistema democrático. Quiero rendir un homenaje para los 30 mil desaparecidos que lucharon por esta democracia que hoy tenemos".