“Florida está parcelada”

“Florida está parcelada”

Julio Pereyra es un artesano que trabaja en la peatonal. Allí convive con sus pares, pero también con revendedores ilegales. Denuncia aprietes mafiosos y policiales. Las víctimas son personas que solamente buscan sobrevivir.


Julio Pereyra es un artesano que no se atemoriza con facilidad. Hace cinco años trabaja en el microcentro porteño, en el centro de la escena de la reventa ilegal de mercadería. Esa que muchos comercializan para sobrevivir, pero sometidos a las condiciones que imponen organizaciones delictivas, conectadas mediante espurios pactos con la policía y la administración política.

Julio trabaja en la peatonal Florida. Allí se entrecruzan los intereses de los oficiales de la brigada de la comisaría 1ª, los inspectores del Gobierno de la Ciudad y los capos de la reventa de mercadería. A su vez, los dueños de locales comerciales, envilecidos por la bronca, atacan con igual furia tanto a revendedores como a artesanos. Tras la avanzada de la fiscal de Cámara Sandra Guagnino sobre un local de depósito de reventa en la peatonal Lavalle, Noticias Urbanas entrevistó a Julio, el artesano corajudo que se atreve a denunciar a los responsables de las reventas ilegales, pese a los aprietes.

?Empecé a trabajar en la zona en 2007. Primero en Florida y Diagonal Norte. Después me fui a Florida al 500. No había nadie entonces. Sí, al principio venía la Policía Federal. La brigada quería proceder con el secuestro de mercadería. Yo no conocía y pensaba que todo eso era normal, natural. Había días que secuestraban cosas y otros días que no. Más que eso no pasaba.

?¿Qué argumentan para secuestrar la mercadería de un artesano?
?Los policías secuestran la mercadería y te dicen que después el que determina si esta se encuentra dentro de la ley es el juez. Esto es una irregularidad, ya que vender artesanías para la supervivencia no es delito.

?¿Actúan con orden judicial?
?La comisaría 1º jamás viene con orden de la fiscalía o del juez. Siempre la exigí y nunca me la mostraron. Eso fue durante los primeros años. Pero jamás la Federal pudo secuestrar mi mercadería.

La comisaría 1ª fue denunciada en enero de este año por tener zonas liberadas para delincuentes. La denuncia en Asuntos Internos la radicó la oficial Verónica Maidana. Ella dejó en evidencia a su novio, Adrián Osvaldo Arias, quien había usado su celular para enviar un mensaje a delincuentes. Tras la denuncia en la propia Federal, Maidana terminó secuestrada. Despareció cinco días. Apareció desnuda en el barrio de Liniers. La comisaría 44º tardó casi una hora en ir a buscarla. En sintonía con el encubrimiento de la Federal, el propio director del hospital Churruca, Pedro Iglesias, desmintió ante los medios de comunicación las torturas a las que, según denunciaban sus padres, fue sometida Maidana.

Julio, el artesano de Florida, para resistir las operaciones policiales lo que hace es expresarse a viva voz. ?A los gritos reivindico el artículo 83 del Código Contravencional. Es el que nos está protegiendo. Porque dice que no está prohibida la venta de artesanías, manualidades o baratijas para mera subsistencia. En ese artículo no se estipula qué día se puede vender ni se limita a una calle?, dice, con razón.

?¿Cambiaron los procedimientos policiales con la creación del Ministerio de Seguridad de la Nación?
?Ahora cambió algo. La policía ya no viene a querer sacarte las cosas. Vienen cuando exponemos nuestra defensa, el artículo 14 de la Constitución, o el artículo 83 del Código Contravencional.

?¿Y cómo actúan los inspectores de Espacio Público de la Ciudad?
?Con una ordenanza de la época de la dictadura, la 25.767. Esa ordenanza la propician los Amigos de la Calle Florida. Pero nos defendemos con los derechos legales que nos resguardan. De todas formas, a mis compañeros, muchas veces, los detuvieron arbitrariamente. Entonces, cuando los inspectores están al límite de la provocación, nos expresamos. Y la gente pasa, para y opina. Y así se arma una asamblea. Opinamos y defendemos con el corazón nuestra posición porque es lo único que tenemos. Ahí intervienen la Federal y la Metropolitana. Te piden el DNI cuando ya saben quiénes somos. Nos ven todos los días, a la misma hora y en el mismo lugar.

Julio cuenta sobre la detención de otro artesano. ?A un amigo artesano, Omar Guaraz, cuando le dijo a un policía que la Federal estaba bajo sospecha por repetidos casos de corrupción, se lo llevaron a la comisaría torciéndole el brazo. Eso lo hizo el principal Fernández de la comisaría 1º. No conozco procedimientos en los que doblándole el brazo entre tres integrantes de la comisaría se lleven así a una persona para determinar un hecho. Esto es para amedrentar. Quiero explicaciones de este principal para que esto no vuelva a pasar?, exige el artesano.

LA MAFIA DE LOS REVENDEDORES

?Los manteros pagan para trabajar?, asegura este artesano que hace media década trabaja en Florida. Cuenta que quienes viven de la reventa ilegal de artículos, ?si se niegan a pagar, la persona que pasa a cobrar les manda la Policía. De hecho, el terreno en Florida está parcelado. Cuesta unos tres mil pesos. Se vende el espacio. Dicen que por día se paga diez pesos?. Por lo que describe Pereyra, las personas que venden en la calle son rehenes de otros. Al mejor estilo mafioso. ?Sé quién los trae y los pone a trabajar. Por eso, para los inspectores y policías es mejor esta gente que un artesano. Ellos pagan para trabajar. Pero que quede claro: pagan para estar presos de esta red. Nosotros les decimos que no. Que no paguen, que se organicen?, afirma Julio.
Respecto de los comerciantes, le llama la atención su nula denuncia de las estructuras mafiosas. ?Este Moreno (Héctor López, presidente de la Asociación de Amigos de la Calle Florida), para penalizarnos, para decir que somos todos ilegales, dijo ante los medios que somos gente que está con los carteristas y pungas. Entonces, si tienen tanta fuerza, sabe quiénes son los pungas y cómo se hacen los arreglos. ¿Qué ocurre que con tanto poder económico no lo dicen??
Pereyra también denuncia que el Ministerio de Espacio Público intentó utilizar a los artesanos. ?Nos pidieron que les dijéramos dónde guarda la gente de la reventa la mercadería. Pero nosotros les dijimos que usen a la policía para hacer inteligencia.?

La lucha llevó a este artesano a poner en riesgo su vida. ?En mayo del año último se empezó a ver a la Metropolitana. El miércoles 8 de mayo vinieron 70 policías uniformados y 30 de civil, todos metropolitanos. Vinieron con cámaras de filmar y fotografiar. Nos querían sacar las cosas. En eso, el comisionado Rodríguez me dijo que no abusara de mi suerte. Lo denuncié en la Defensoría del Pueblo porteña. Aporté nombres, fotos y filmaciones de los policías en ese operativo. De hecho, antes de que yo aportara los datos, el Gobierno de la Ciudad le contestó a la Defensoría del Pueblo. Dijeron que estaba mintiendo, que ese día habían sido asignados sólo dos policías. Clarín no los ayudó para nada en su versión. En la foto del diario del día siguiente se ven diez policías de la Metropolitana.? 

Las amenazas a Pereyra continuaron. ?El precio de estas luchas fue recibir llamados telefónicos y que me siguieran el 30 de septiembre con un auto Volkswagen azul, de vidrios polarizados, sin patente, hasta Quilmes. A las dos y media de la madrugada me gritaron ?No vayas a Florida porque sos boleta?.?

La política de este artesano es el trabajo. Julio Pereyra no quiere pasar a planta del Gobierno porteño. Tampoco ningún subsidio. Sólo la calle. Para trabajar sus artesanías, sin reventas de mercadería pirateada ni coimas a funcionarios o policías.

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