?Cristina siempre fue autosustentable, como cuando estaba en el Congreso sola, en Buenos Aires, y Kirchner se quedaba en Santa Cruz. Se forjó en la adversidad, y esa memoria queda y sirve hoy. Más aún, después de la muerte de Néstor Kirchner, se le abre una gran oportunidad para demostrar su propia voluntad de poder. Por otra parte, la muerte genera cosas extrañas en las personas: te apuesto doble contra sencillo que, si hacés una encuesta en la próxima semana, verás que la imagen positiva de la Presidenta trepó a un 45 por ciento. Si las elecciones fueran hoy ?porque en el largo ya no me arriesgaría a pronosticar?, Cristina arrasa.?
Quien diagnostica y afirma es la doctora en Historia Dora Barrancos, actual directora del Conicet y del Instituto Interdisciplinario de Género de la Universidad de Buenos Aires. Feminista, investigadora y autora de varios libros de género, resulta una referente clave a la hora de interpretar la historia desde la óptica femenina. Por eso, no resulta una frase menor cuando, en la contra de NU, afirma que la historia argentina nunca produjo una mujer, como Cristina luego de la muerte de Néstor Kirchner, con tanto poder propio.
Se graduó de doctora en Historia en Brasil, en la Universidad de Campiñas (Unicamp) y tiene varios libros publicados: Historia con mujeres; Mujeres en la sociedad argentina y Mujeres, de la casa a la plaza, entre otros.
?Pero usted sabrá que muchos de quienes conocían más íntimamente la dinámica del matrimonio presidencial, veían una gran dependencia psicológica de Cristina hacia Néstor Kirchner. No de orden intelectual, pero sí emocional. Quizá ésa sea la gran incógnita en estos primeros días post mórtem del dueño del proyecto K, ¿podrá ella sola llevarlo adelante?
?Discrepo totalmente con esa visión de dependencia o de que él era el arquitecto del proyecto. En el caso de Cristina, no hay teoría reflejo.
?¿Qué es teoría reflejo?
?En su momento, se la utilizaba para afirmar que Evita era sólo un reflejo de Perón. Pero éste no es el caso. Cristina ha tenido una carrera forjada en la trascendencia de la política y estoy segura de que superará esta tragedia perfectamente.
?¿Su voluntad de poder le alcanzará?
?Totalmente. Ahora, muchas mujeres, incluso las kirchneristas, dudan sobre si Cristina no se deprimirá. Se preguntan si podrá. Y, ¿sabés qué creo? Que la muerte de su marido generará, por un lado, identificación de las mujeres que antes le daban la espalda. Y eso la va a fortalecer a la Presidenta.
?Por esto de que, finalmente, la Presidenta puede sufrir como cualquiera.
?Exactamente. Y esto del sufrimiento genera adhesión, identificación, en las congéneres sobre todo, y también pone una traba a la oposición, porque no van a enfrentar a una viuda del mismo modo brutal en que lo hacían antes. Ya no pueden decir, con tanta liviandad, las cosas horribles que le han dicho, en parte por su condición de mujer. La muerte genera cosas extrañas: estoy viendo gente de clase media que desacreditaba a Cristina y que tras la muerte de Kirchner está sintiendo mayor cercanía. Y está revirtiendo esa resistencia que se había generado hacia su figura. Estoy segura de que, en el corto plazo, su imagen positiva aumentará significativamente. Si hasta los ?gorilas? están tranquilos ahora y se hacen los sensibles.
?Pero si ya antes de la muerte de Kirchner había dispersión en el PJ, ¿no cree que los gobernadores harán su propio juego, más allá de la Presidenta, ahora con más razón todavía?
?El peronismo se pliega con una gran plasticidad a quien ostente el poder. Y si ella mañana mide un 45 por ciento, ¿a vos te parece que no va a lograr alinear a los gobernadores? Fijate que Cristina armó, en la carrera de Néstor, gran parte de la arquitectura política, y no al revés. Por ejemplo, cuando campeaban vientos de derecha o neoliberales en el peronismo, con Menem, Cristina lo alentó mucho al marido para que enfrentara esas tendencias; para que se animara. Me pregunto entonces quién es el verdadero arquitecto del proyecto K, o quién es el hacedor de quién. Y otra cosa: ¿qué hubiera pasado si Cristina hubiera fallecido, en lugar de su marido? ¿Nadie se pregunta si él se hubiera sostenido solo emocionalmente, en ausencia de su esposa? Ella lo va a superar.
?¿Lo dice desde su feminismo o podemos respaldar ese diagnóstico con hechos más concretos?
?Mirá, cuando las mujeres se forjan en política tienen que trascender muchas cosas, entre ellas la culpa que les enrostran los varones. Culpa por no estar en el lugar donde supuestamente deberían estar: es decir, en su casa. A las mujeres, está claro, nos falta la revolución de lo doméstico. Y ocurre que los políticos cierran listas a cualquier hora o pueden discutir chicanas ?perder el tiempo, digamos? durante horas porque, total, lo doméstico está gerenciado por ellas, aunque no se encarguen directamente de las tareas, pero sí de su organización. De allí que, siempre lo digo, el tiempo es un vicario del poder masculino. Las mujeres que hacen política, en cambio, como son gerentas plurales, a la tercera vez que están en medio de una discusión estúpida, se preguntan qué están haciendo allí. La atrapa el síndrome de la temporalidad; sienten que están malgastando el tiempo. Y fijate que Cristina, que es un cuadro político autónomo, hizo toda su carrera, con hijos chicos y todo, atravesando todos estos obstáculos, incluido el síndrome de la pérdida de tiempo.
Las investigadoras feministas como Dora, además de hablar del síndrome de la temporalidad, ponen sobre el tapete otro componente de peso a la hora de hacer política en un territorio aún dominado por la testosterona. Lo llaman ?plusvalía emocional?, que tiene que ver con los mandatos culturales hacia las mujeres, y los peajes que se pagan. Por decirlo de algún modo: las mujeres hicieron carne que su misión consiste en ser el sostén emocional de la familia y, aunque tengan un compañero que cuide los hijos y jamás les pase factura, ellas solas se sienten en falta. Eso le agrega un peso a la carrera femenina que los varones no tienen.
?¿Hay algún tramo de la historia argentina en la que una mujer haya tenido tanto poder o semejante lugar de protagonismo, como ahora Cristina tras la tragedia?
?No, nunca sucedió. Porque Encarnación, la esposa de Rosas, que también tenía mucho poder, murió antes que él. Y, bueno, si pensamos en Perón e Isabelita creo que se trata del ejemplo opuesto a Kirchner y Cristina.
?Aunque también entonces moría el líder del peronismo.
?Sí, pero Isabel era una persona totalmente manejable, lábil, vulnerable. Ella sí que respondía totalmente a la teoría del reflejo. Además, ya estaba en marcha una operación siniestra por personajes oscuros, liderada por López Rega. Tampoco tenía voluntad propia de poder. Digamos que, con Cristina, estamos ante otra construcción totalmente diferente. Y, en este sentido, nunca antes una mujer tuvo tanto poder como la Presidenta.