El gobierno nacional no nos pasa la policía, no nos da el juego, ni el puerto, espero que ahora no nos pongan palos en la rueda para la construcción de nuevas líneas de subtes?, se lamentaba ante este medio un encumbrado diputado macrista.
?Imagino que no querrán un Luis Juez en la Capital Federal, que los putee todos los días?, advirtió, trascartón, la misma fuente.
El comentario vino a cuenta del último fin de semana: las señales no fueron las mejores. Desde la Secretaría de Transporte salieron a desmentir al presidente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), Jorge Irigoin, quien había dicho durante una reunión realizada el viernes pasado en la Legislatura que veía ?una muy buena predisposición desde el gobierno nacional? para avanzar con el proyecto de Mauricio Macri.
Irigoin explicó, además, que tenía esa impresión después de haber mantenido un encuentro con funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con funcionarios del Ministerio de Economía y de la jefatura de Gabinete, en el que también estuvieron presentes integrantes del gobierno comunal. Incluso fue más lejos y aseguró que estaba en condiciones de decir que el BID tenía predisposición también para financiar la obra.
Esto es: poner unos 1.500 millones de dólares. Aunque en rigor a la verdad, el costo total sea de 2.500 millones, de los cuales la Ciudad tendría que poner 1.500 millones, la Nación, 500 (para el material rodante), y el SBASE otros 500 millones, para instalaciones fijas.
Pero el diputado Juan Manuel Olmos dijo a Noticias Urbanas que ?no existe ningún financiamiento del BID. Entonces, ¿sobre qué base estamos hablando desde el punto de vista financiero??, se preguntó el legislador.
El diputado Sebastián Gramajo, a su vez, pidió ?ser responsables. No podemos modificar la ley sin saber con qué recursos se va a contar para ejecutarla?.
En los pasillos de la Legislatura, los kirchneristas hicieron saber que Macri le habría planteado al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que una manera de financiar la obra sería aumentando un par de puntos el impuesto al gas oil. ?Un disparate?, dicen los K, al tiempo que se agarran la cabeza y agregan: ?¿A quién se le ocurre que las provincias van a financiar obras para el distrito más poderoso de este país desde el punto de vista económico??.
Diego Santilli tiene la respuesta: ?Sucede que la Ciudad aporta el 26 por ciento del PBI (Producto Bruto Interno) y solamente recibe el 1.4 por ciento en concepto de coparticipación federal. Y recibe ese porcentaje porque yo, cuando era diputado nacional, negocié ese aumento con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, porque antes era mucho menos?.
No obstante las dificultades, el presidente de la Comisión de Obras Públicas, Cristian Ritondo, adelantó que el próximo 10 de abril el cuerpo se dispondría a sancionar, en primera lectura, la modificación a la Ley de Subtes, para agregar más recorridos al servicio.
Esas modificaciones recaerían sobre la posibilidad de que se puedan subsidiar las tarifas; cambiar las trazas hasta un 20 por ciento e incluir la posibilidad de que el Estado pueda gerenciar las nuevas líneas.
Pero el presidente del bloque Frente para la Victoria, Diego Kravetz, advirtió que no está dicha la última palabra sobre el 10 de abril.
?Es que todavía no sabemos si el proyecto del macrismo es el mejor, lo estamos estudiando, pero en líneas generales estamos de acuerdo en que hay que hacer nuevas líneas de subte y tenemos ganas de ayudar en ese sentido?, agregó el legislador.
Sucede que para aprobar esa modificación se necesitan 40 votos y el oficialismo, sin la oposición, no llega a ese número.
Es decir: que todo está por verse.
¿QUIENES SERAN LOS NOMINADOS?
Durante un encuentro que mantuvieron el viernes pasado representantes de SBASE con diputados porteños quedaron flotando algunas cuestiones que vale la pena reproducir.
Irene López de Castro dijo a las claras que ?sin el financiamiento del BID es imposible hacer las nuevas líneas de subte en tres o cuatro años?. Cabe preguntarse si el gobierno está pensando en esta obra como el ?souvenir? con miras a las elecciones del 2011.
Por otra parte, el diputado de Encuentro Progresista, Raúl Fernández, quien siempre en estas cuestiones juega con las cartas marcadas, puso en el centro de la discusión una cuestión que no es menor.
?La traza de la línea F no se entiende por qué se va a hacer, porque en la estación Saldías, o sea, detrás de la Facultad de Derecho, no hay nada, y además son tierras nacionales. Por eso yo les digo que están en pedo si ponen un centro de trasbordo allí?, cuestionó Fernández a los macristas.
En esta discusión también terció el diputado Martín Hourest para pedir que ?si lo que nos plantean es que van a hacer un megraemprendimiento inmobiliario, nos lo tienen que decir, porque ahí estaríamos entrando en otro proceso?.
A Hourest le respondió el macrista Raúl Ocampo: ?toda ley es de alguna manera una expresión de deseos?.
?No cuando hay 2.500 millones de dólares en el medio?, respondió el ?Colo? Fernández.
Es que con anterioridad, Hourest había preguntado cuáles eran los convenios con el ONABE, es decir el organismo que administra los terrenos nacionales, y con cuyas autoridades habría que conversar las expropiaciones que se deberían realizar para hacer las nuevas líneas de subte.
López de Castro, al respecto, dijo que cuando ?se expropió la curva de Patagones, costó un millón de pesos?.
Una bicoca, por cierto, al lado de lo que van a valer los terrenos expropiados cuando la Ciudad ubique allí los centros de trasbordo de la nuevas líneas de subte. Pero la pregunta del millón es quiénes serán los afortunados que se van a quedar con la obra de urbanización y comercialización de esos terrenos. ¿Y de los terrenos del Borda y el Moyano?