El jueves termina la conciliación obligatoria entre la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y Metrovías, dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación. Sin embargo, legalmente ésta podría extenderse cinco días más, motivo por el cual "la burocracia sindical convocó un paro para el mismo viernes de forma tal de provocar la prórroga", señalaron a NOTICIAS URBANAS delegados gremiales del subte.
Tanto la UTA como los delegados gremiales de base piden que no se instalen las maquinas expendedoras de boletos y que se extienda la reducción de la jornada laboral a seis horas para los trabajadores de los talleres que no fueron afectados por la declaratoria de insalubridad y para los boleteros. Sin embargo, los delegados de base sostienen que en realidad la UTA cedería en la instalación de máquinas expendedoras si la empresa reduce la jornada laboral.
La conciliación obligatoria se estableció hace quince días a partir de que los trabajadores del taller Los Polvorines de Metrovías se retiraron dos horas antes de que finalizara su turno, a instancias la dirección de la UTA. La decisión se había tomado en una asamblea que se dividió por diferencias entre el Cuerpo de Delegados de Trabajadores del Subte y las autoridades de UTA.
Allí, el Cuerpo de Delegados había pedido que se postergara una semana la medida de fuerza de Los Polvorines, de forma tal de que la reducción de la jornada laboral a seis horas se reclamara en conjunto con los boleteros. Sin embargo, la UTA avanzó en su decisión, según entienden los delegados gremiales de base, para provocar la conciliación obligatoria en la que se los dejó fuera del debate.
Ahora, el Cuerpo de Delegados impulsa en la Legislatura un proyecto de resolución para que Metrovías no instale máquinas expendedoras de boletos. Sobre este punto, los trabajadores se mantienen inflexibles. A fines de enero, el intento de la empresa de instalar máquinas en la estación Retiro provocó una amenaza de paro por parte del Cuerpo de Delegados, que se saldó con una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, en la que no se resolvió nada, pero se paralizó el conflicto.
Entremedio de la conciliación obligatoria y la asamblea del miércoles, los empleados del premetro, representados por el Cuerpo de Delegados, firmaron la reducción de la jornada laboral.
El 95 por ciento de los empleados del subte tienen problemas en los oídos, de acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo. También sufren los vapores cancerígenos que respiran en las largas jornadas bajo tierra y además, padecen la contaminación electromagnética de las antenas de celulares.
Desde que en julio de 2002, los delegados gremiales de base se organizaron para reclamar por la insalubridad del trabajo que realizan. Por otra parte, el Gobierno Nacional aumentó en dos ocasiones el subsidio que recibe Metrovías.



