El Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, presidió la "XI Jornada de Pastoral Social" el sábado pasado. La ceremonia tuvo como eje principal la reflexión con motivo de cumplirse 25 años de la recuperación de la democracia y la cercanía del Bicentenario que cumplirá la Nación en el 2010.
Entre los principales asistentes, estuvieron el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y sus antecesores Aníbal Ibarra y Jorge Telerman. También Antonio Cafiero y, por otro lado, la ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal, y los diputados porteños PRO Enzo Pagani y Victoria Morales Gorleri.
El cardenal dio un discurso de cierre para los presentes donde expresó sus ideas y pensamientos sobre la realidad del país con el nivel de crítica y dureza que lo caracterizan. En el mismo expresó que hay que "salir del estado de ‘la instalación en el centro’ para meternos en la periferia y en la marginalidad".
"Hoy en nuestro suelo tenemos esclavos. Tenemos esclavos, sometidos. Sometidos a la organización, por ejemplo, de los cartoneros, sometidos a la mafia de la droga, sometidos a la mafia de los arrebatadores, sometidos a los talleres clandestinos que pululan en nuestra ciudad, a las cadenas de prostitución que por más que se denuncien, que salgan, nadie se atreve a enfrentar", dijo Bergoglio siguiendo con su presentación.
Además de los discursos de rigor, se leyó una carta de apoyo del ex presidente de la Nación, Raúl Alfonsín. Para finalizar Bergoglio reflexionó: "No miremos la realidad con un intelecto frío y con una visión solamente eticista. Estamos cansados de intelectuales sin talento y de eticistas sin bondad. Miremos la realidad con corazón de hermanos que saben amar".



