El Tribunal Oral Criminal 30 condenó a 12 años de prisión a Sebastián Cabello, el joven que mató con su auto durante una "picada" a una madre y a su hija de tres años, en agosto de 1999. La justicia lo consideró responsable de cometer el delito de "doble homicidio simple con dolo eventual". El caso será tomado como testigo para próximas actuaciones legales.
"Yo jamás pensé que alguna vez podía lastimar a alguien, no puedo creer que piense que no me importaban Celia y Vanina, vivo día a día sabiendo que soy el culpable y que arruiné a una familia, lo lamento de corazón y les pido perdón a todos", indicó Cabello.
Hasta el momento, las muertes en accidentes de transito producidos por carreras callejeras eran cartulados como "homicidio culposo". La pena máxima es actualmente de seis meses a cinco años de prisión, pero había sido modificada un mes después del accidente que protagonizó Cabello para extender de tres años a cinco la condena máxima. En estos casos se interpreta que los victimarios no tuvieron intención de matar.
Pese a que la ley modificatoria se la denomina Ley Cabello, este caso fue juzgado como "Doble homicidio simple con dolo eventual", que implica que Cabello sabía que podía causar un daño manejando de esa manera y que, aún así, persistió en su conducta. Es decir, la justicia entendió que el joven vio autos a su alrededor mientras corría a 137 kilómetros por hora, pero continuó su carrera.
El fiscal había pedido 11 años de prisión, en virtud de que Cabello no tenía antecedentes penales antes del accidente que protagonizó.