El pasado miércoles 17 después de las 19 horas, en el salón de actos del recuperado Hospital Israelita (Terrada y avenida Gaona), se produjo la fundación de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que integran las cooperativas de cartoneros, costureros, de vivienda y mantenimiento, y los trabajadores de las empresas recuperadas.
Emilio Pérsico por las cooperativas del Movimiento Evita, Gustavo Vera, por la cooperativa textil La Alameda, Luis Caro por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores (MNER), Juan Grabois por los cartoneros del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), fueron quienes desde el escenario dirigieron la fundación de la CTEP donde confluyeron delegados, trabajadores y militantes de las distintas organizaciones sociales, quienes votaron a mano alzada por unanimidad una declaración fundante y una marcha para el 20 de diciembre hasta la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT) para solicitar ser admitidos dentro de su estructura orgánica.
La declaración base de la CTEP afirma en su primer párrafo que ?la fragmentación social, económica y organizativa de la clase trabajadora ha abierto una brecha que atenta estructuralmente contra la unidad del movimiento obrero y la dignidad de los trabajadores? y que pese a los avances existen obstáculos en el progreso de los trabajadores ?que dicha distribución se transforme en dignidad para todos?.
Frente a esto las organizaciones sociales de las tendencias más diversas, fábricas recuperadas, cooperativas de cartoneros y costureros, cuadrillas de infraestructura social y mejoramiento ambiental, centros comunitarios, iniciaron por separado un proceso laboral que fue creando una economía popular que sin embargo no cuenta con representación gremial.
Justamente lo que buscan es darle a la confederación de la economía popular un ?carácter confederal e incorporarla dentro del movimiento obrero organizado, solicitando a la Confederación General del Trabajo (CGT) su admisión dentro de su estructura orgánica?.
El análisis que hicieron en la CTEP señala que ?el 20 por ciento de los trabajadores concentran el 80 por ciento de la masa salarial, casi un millón de jóvenes del pueblo no estudian ni trabajan, millones de familias trabajadoras viven en villas y asentamientos sin la más elemental infraestructura social. Por otro lado, en las últimas décadas han emergido nuevas formas de explotación y otras que parecían superadas han reverdecido, reduciendo a miles de compañeros a condiciones que llegan hasta la esclavitud y permitiendo la acumulación de riquezas de sectores mafiosos que se sirven de nuestros hermanos más vulnerables?.
Estas organizaciones entonces proponen que el Estado profundice las experiencias que consideran exitosas como ?los programas de empleo social masivo. La aplicación a escala nacional de la nueva ley de quiebras para la recuperación de todas las fábricas vaciadas por sus patrones. La reproducción del sistema mixto estatal-cooperativo de separación en origen de los residuos sólidos urbanos y su reciclado con inclusión social. La conformación de polos textiles cooperativos como alternativa al trabajo esclavo en la industria textil?.
A su vez impulsan nueva legislación que se convierta en políticas públicas como ?la incautación de bienes provenientes del crimen organizado para su reutilización social?.