Con algunos incidentes, que ocurrieron en las puertas del tribunal, finalizó la primera jornada del juicio oral y público por la denominada "Masacre de Floresta", en el que se acusa al suboficial retirado de la Policía Federal, Juan de Dios Velaztiqui, de matar a balazos a tres jóvenes en un quiosco del barrio de Floresta, el 29 de diciembre de 2001.
La primera audiencia del juicio se abrió con los cinco primeros testimonios de testigos presenciales del asesinato de Cristian Gómez, Adrián Matassa y Maximiliano Tasca, las tres víctimas de la masacre.
Según relató Gustavo Lesbegueris, defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, que estuvo presente en la sala, los testimonios fueron "contundentes y lapidarios", y dejaron muy comprometida la situación de Velaztiqui, quien -según el defensor porteño- "se mostró muy deteriorado, tenía todo el tiempo la mirada enfocando al piso".
Lesbegueris afirmó que, si bien todos los testimonios dejaron mal parado al ex policía, se destacaron dos de ellos: el del testigo Enrique Díaz y, especialmente el de la encargada del quiosca de la estación de servicio donde ocurrió el hecho, Sandra Bravo, que es considerada la principal testigo de la causa. "Fue muy duro, el testimonio de Bravo fue conmovedor. Incluso en un momento irrumpió en llanto", describió el defensor porteño.
Cuando el acusado ingresó al edificio judicial -ubicado en Lavalle 1171, de la Capital Federal- fue recibido con insultos por un grupo de unas cincuentas personas, entre las que se encontraban los familiares de las víctimas y miembros de organizaciones de derechos humanos. Los manifestantes, al grito de "asesino, hijo de p…", reclamaron prisión perpetua para el ex policía.
Los incidentes continuaron cuando, dentro de la sala de audiencias, Velaztiqui fue insultado duramente por los familiares de las víctimas, por algunas Madres de Plaza de Mayo que presenciaban el juicio y por la legisladora porteña Vilma Ripoll.
A propósito de ello, Ripoll afirmó: "repudiamos a este brutal asesino que posa de víctima, loco y ciego para evadir la reclusión perpetua que se merece. Velaztiqui ya intentó varias veces ser declarado insano -prosiguió la legisladora izquierdista-. Hoy entró a la sala mirando hacia abajo y chocando objetos, como si estuviera ciego y durante el juicio varias veces se agarró la cabeza con las dos manos. Toda su pose es para intentar dar lástima y alivianar su condena".
"Es un criminal. Disparó a sangre fría a los tres chicos, remató a uno y hasta trató de montar un supuesto enfrentamiento poniéndoles un cuchillo. Junto a los familiares y los organismos de derechos humanos estamos exigiendo la reclusión perpetua", sostuvo finalmente Ripoll.
Por último, cabe decir que el juicio se reanudará este martes a las 9:30 y que declararán otros cinco testigos. "También empezarán a declarar los primeros agentes de policía que presenciaron los hechos", adelantó Lesbegueris. Los responsables de decidir la condena que le cabrá a Velaztiqui son los camaristas Oscar Rawson Paz, Pedro Aquino y Rodolfo Urtubey, que integran el Tribunal Oral Criminal Nº 13.