Después de que el jefe de gobierno, Mauricio Macri, confirmara que se reabrirá de la calle Bartolomé Mitre, clausurada desde que en diciembre de 2004 casi 200 personas perdieran la vida al incendiarse el local República de Cromañón, los familiares y amigos de las víctimas manifestaron su rechazo.
"La calle no está cerrada por nosotros, sino por decisión judicial" dijo la madre de uno de los jóvenes muertos esa noche, en referencia a la orden que mantiene la calle cerrada hasta tanto no finalicen las inspecciones y comience el juicio oral. Los padres también se escudan en que el recuerdo de la tragedia es aún muy fresco y que las causas aún no han dado resultados concretos.
En referencia a los problemas de tráfico que recientemente se intensificaron y llevaron a ver la reapertura de la calle como una necesidad apremiante, los padres respondieron que "las personas pueden perder minutos para viajar, pero nosotros perdimos a nuestros hijos". "No es un capricho, sino que es algo muy doloroso para nosotros", concluyó otra de las madres, como resumiendo la entera problemática que encierra esta cuestión.