Muestra de Fotoperiodismo en el Palais de Glace

Muestra de Fotoperiodismo en el Palais de Glace

En exposición desde ayer, martes, y con entrada libre y gratuita, se puede disfrutar de la muestra anual de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina, ARGRA. Se presentan fotografías, registradas en 2010, sobre los hechos más relevantes en materia de: actualidad, deportes, retrato, vida cotidiana, política, naturaleza, medio ambiente, arte y espectáculos, ocurridos en el país y el mundo.


La XXII muestra anual de fotoperiodismo de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina (ARGRA) que se inaugura ayer, martes, en el Palais de Glace, recorre a través de fotografías los hechos sociales, políticos, deportivos y culturales más significativos del 2010, además habrá un homenaje a la primera exhibición realizada en 1981, en un acto casi clandestino en plena dictadura.

Las 260 fotos son el reflejo de que alguna vez dijo el francés Henri Cartier-Bresson, "la fotografía es situar la cabeza, el corazón y los ojos en la misma línea visual", una definición certera del compromiso de la imagen con la realidad. Así se revela una de las características que imprimen esta muestra: ?se ven muchas fotos que no fueron publicadas por los medios?, cuenta Sergio Goya, organizador de esta edición.

Raúl Ferrari, presidente de ARGRA, destaca el giro federal ya que este año se incluyen muchas obras de reporteros de todo el país y explica que "hoy en día se exhiben trabajos a partir de la mirada de los reporteros gráficos y no de los medios? y aclara que "hubo etapas de ARGRA en las que no se hicieron las muestras anuales". Con exquisitas imágenes, esta XXII edición capta momentos de la vida nacional e internacional -hay fotos de los terremotos de Chile, Haití y del rescate de los mineros chilenos- que testimonian emblemáticos puntos de condensación del tejido social. ?Los reporteros gráficos históricamente estamos vinculados a un compromiso con lo social y los derechos humanos?, resalta Ferrari y en ese sentido, se ven impactantes postales sobre las audiencias a los 31 acusados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura y retratos escalofriantes de los genocidas en el banquillo.

Las protestas sociales en el barrio Boris Furman de Bariloche donde la policía reprimió de forma violenta dejando un saldo de tres muertos o la situación de las personas sin vivienda en el Parque Indoamericano, son algunos de los necesarios testimonios que hacen de esta muestra no sólo un hecho cultural, sino también un registro político y social, para evitar el olvido. Para Goya, ?hubo acontecimientos importantes desde el punto de vista fotográfico, cierta cosa violenta que los medios sí mostraron, pero el hecho del año, sin duda, fue la muerte del ex presidente Néstor Kirchner?, imagen que se lleva la tapa del catálogo.

Un valor agregado de este recorrido es que ?hay muchos reporteros que tienen historias fotográficas que los medios no publican? como la secuencia blanco y negro del juicio a Jorge Rafael Videla. ?Es un hecho cultural muy poderoso -dice Goya- el año pasado la vieron en el Palais 22.000 personas y casi 100.000 más en todo el país?. Estas imágenes con una edición estética fueron exhibidas por primera vez este año en el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén, donde las fotos adquirieron valor de obra artística. ?Llevar la fotografía periodística a un museo significa una revalorización", señala Ferrari.

Párrafo aparte merece el homenaje a la primera exposición realizada por un grupo de reporteros gráficos llamada ?El Periodismo Gráfico Argentino? que tuvo lugar en un pequeño local de la calle Balcarce al 700, en 1981, plena dictadura militar. El reportero gráfico Aldo Amura fue parte de los 70 profesionales que iniciaron esa muestra: ?fue motorizar lo que todos teníamos en la cabeza, fue un disparador?, cuenta a Télam, este fotógrafo de las revistas Primera Plana y Movimientos.

?Era un momento donde todo estaba cuestionado, había un cepo de censura sobre todas las actividades culturales y esta muestra fue una respuesta político cultural. Nos enfrentamos a la dictadura con las herramientas que teníamos?, dice Amura. La caída del avión de Crónica al Río de la Plata el 14 de septiembre de 1980 en la que murieron los fotógrafos Alberto Rodríguez, Nemesio Lujan Sánchez y Víctor Eduardo Hernández ?fue tomada como respetuoso tributo que motivó la muestra y, sin que lo imagináramos, confundió a los censores", recuerda Amura. Uno de los registros claves en la historia argentina fueron las fotos de las Madres de Plaza de Mayo. ?Le dimos forma física, porque para la dictadura lo que no se veía, no existía?, cuenta el fotógrafo que define a esa exhibición como un "ejercicio libre de la democracia".

Fotos de fusilamientos que los medios ?vendían como enfrentamientos?, los soldados que volvían del canal de Beagle ?escondidos como si fueran ratas? o la instantánea tomada por Rafael Calviño cuando ?un servicio lo amenaza a punta de pistola? son algunas de las 200 imágenes que retoma este homenaje. El miedo les subyacía en la piel, ?todos sentíamos un temblor en las piernas, temíamos que incendiaran todo?, rememora, pero en la primera semana de la muestra pasaron más de cinco mil personas espontáneamente, y sin ninguna tipo de difusión. ?Nos amenazaron, sí. Octubre del 81 fue la muestra más dura, las que siguieron fueron más contundentes, estábamos jugados y le cacheteábamos la cara a la dictadura, pero en las marchas nos hacían de goma y nos rompían los equipos?, recuerda. ?Habíamos decidido romper con el cepo comunicacional al que estábamos inmovilizados. Treinta años después descubrimos que fuimos la bisagra que permite que hoy seamos reconocidos como una inagotable cantera de creatividad?, concluye Amura.

?La muestra de ARGRA -sigue Ferrari- es la voz sobre el fotoperiodismo. Ponemos los ojos, la cabeza y el corazón porque creemos que el compromiso individual de la fotografía sirve para recuperar el espíritu colectivo?. La exposición se podrá ver hasta el 11 de septiembre en Posadas 1725 de la ciudad de Buenos Aires, de martes a viernes de 12 a 20 y sábados y domingos de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

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