Los empleados despedidos del Casino Flotante estarán este miércoles, a las 16, en Plaza Italia para luego marchar al Hipódromo de Palermo, ubicado sobre avenida Libertador a metros de avenida Juan B. Justo, donde será escarchado
Critobál López, empresario santacruceño, propietario del barco casino y del casino en el hipódromo.
Por lo que informó el delegado gremial, Gastón Platkowski, sigue el plan de lucha porque "estamos reclamando la reincorporación de 102 trabajadores que fueron injustamente despedidos. Cristóbal López es el responsable absoluto del malestar de los trabajadores. Lo que nos hizo a nosotros, es igual a lo que sucedió en otra de sus propiedades, la petrolera de Comodoro Rivadavia. Allí se ha despedido trabajadores y el cuerpo de delegados".
Por lo que expresó a Radio Rivadavia el delegado gremial del casino, que junto con sus compañeros pasaron la navidad y el año nuevo encadenados en Plaza de Mayo, López "hace seis meses tiene el 50 por ciento de las acciones de los casinos flotantes, compartiendo con los españoles de CIRSA la totalidad de las acciones".
Los 102 despedidos se generaron hace menos de un mes, a las horas de que una patota atacara una asamblea de trabajadores, que provocó destrozos en el interior del casino. También hubo una dura represión por el personal de Prefectura Naval en momentos que los despedidos protestaban en la puerta del casino en Puerto Madero.
"No pudimos hacer uso de la conciliación obligatoria que habíamos obtenido en su momento, que era uno de los primeros pasos para resolver el conflicto. Parece que al empresario santacruceño no le servía la conciliación y le habrá pedido, en base a sus contactos e intereses políticos que le clausuren el local así tenía una salida elegante a todo eso y nos podía dejar un tiempo más en la calle así nos desgastamos", comentó Platkowski.
Por el conflicto del casino que lleva más de un mes, desde hace 20 días se encuentra cerrado por orden judicial, los trabajadores han recibido el acompañamiento de importantes figuras.
Este martes el cardenal Jorge Bergoglio, que también los nombró en sus homilías, se acercó a la Plaza de Mayo y algunos diputados nacionales los acompañaron en la conciliación en el Ministerio de Trabajo, por ejemplo Miguel Bonasso, y otros de izquierda y de la Coalición Cívica.
La juez Romilda Servini de Cubría fue quien clausuró el casino. Para los trabajadores su actitud "es una medida anticonstitucional que dejo a 2.500 familias en la calle".
