Una nueva colorida protesta de la ONG ambientalista Greenpeace tuvo lugar ante las puertas de la Legislatura porteña, donde este martes se comienza a discutir en comisiones el proyecto oficial de la ley para la concesión del servicio de Higiene Urbana. Esta vez no hubo escaladas al obelisco ni arrestos, sólo parodia y denuncia.
El protagonista de la escenificación fue un viejo conocido, el caracterizador del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien ya había sido el protagonista del "entierro" de la ley Basura Cero (ley 1854). Esta vez estuvo dotado de una pala mecánica que utilizó para sepultar simbólicamente a otros activistas, en representación de las localidades bonaerenses que hospedan los rellenos sanitarios. En el fondo, la escena estuvo adornada por la leyenda en colores PRO: "Macri: tu plan envenena ¡Basura Cero Ya!".
"La Ciudad de Buenos Aires envía un tercio del total de la basura que se entierra en el conurbano bonaerense y no asume ningún compromiso por reducir esa cantidad", afirmó el director político de Greenpeace, Carlos Villalonga, explicando la simbología del acto. La ONG defiende el cumplimiento de los objetivos de reducción de residuos establecidos por la ley 1854 como forma de disminuir la cantidad de residuos que se transportan a los rellenos bonaerenses.
Según la información brindada por la organización, los residuos urbanos que son depositados en los rellenos del conurbano contienen una variedad de sustancias químicas que al descomponerse liberan "líquidos lixiviados y gases altamente tóxicos para las comunidades vecinas". Estos líquidos, que llegan a estar presentes en los cursos de agua, portarían substancias como mercurio, plomo, cromo, zinc y PCB, superando las cantidades permitidas y convirtiéndose en una amenaza para la salud humana.
Desde Greenpeace se denuncia también el acuerdo firmado por Macri con Daniel Scioli, gobernador de la provincia donde se ubican los depósitos, el cual aseguran que permitirá que la Ciudad pueda librarse de toda reducción durante los próximos 12 años.
