El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, cuestionó hoy a los "editorialistas de los medios concentrados" por "el grado de cinismo, complicidad, genuflexión" Y "falta de profesionalidad" al eludir criticar a Mauricio Macri de la misma manera que a Rupert Murdoch por el escándalo del espionaje telefónico.
En una columna publicada hoy por el diario Tiempo Argentino, el jefe de Ministros criticó especialmente al periodista del grupo Clarín, Nelson Castro, por el análisis que realizara sobre el escándalo de las escuchas del diario inglés News of de Wordl para obtener primicias, cuyo dueño es el magnate australiano Murdoch.
"Suelto de cuerpo, como si hablara de una cuestión que le es ajena por completo; como si se refiriera al mercado negro de diamantes en Africa, Nelson Castro, en radio Mitre, denuncia el escándalo (…) sin aclarar que está hablando de tráfico de información, escuchas ilegales y de connivencia del periodismo, el gobierno británico y Scotland Yard".
Con el título "La paja en el ojo ajeno o la viga en el ojo propio", Fernández continúa: "’Miserable’, se conmociona Nelson Castro al aire sin la menor vergüenza. Claro, él habla de algo que ocurre ‘en otro lado’… ‘allende los mares’, como diría el poeta… Si hasta pareciera -por el tono- que este periodista describe una situación ajena a nuestra realidad".
El jefe de Gabinete acusó a Castro de "ignorar olímpicamente que aquí, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cuadras de donde él hace su encendido ataque a Rupert Murdoch, el año pasado se descubrieron un caso similar (por no decir igualito)", al aludir al caso de las escuchas telefónicas del gobierno porteño a opositores y que tiene a Macri procesado por "asociación ilícita".
Y continuó: "No sólo no se inflamó las prístinas conciencias de comunicadores y periodistas, sino que fue diluido, encubierto, ocultado por los principales medios de comunicación del monopolio al que Nelson Castro responde, incluyendo al propio Nelson Castro, claro está".
"Porque si Murdoch es ‘un miserable’ por mandar a espiar a estrellas deportivas, ¿qué es Mauricio Macri, jefe de gobierno de la Ciudad, mandando a pinchar los teléfonos de una de las víctimas de la voladura de la AMIA para conocer sus pasos?", dijo sobre Sergio Burstein, uno de los espiados por el gobierno porteño.
En otro párrafo, Fernández continúa con la comparación al señalar que "Si Sir Paul Stephenson, jefe de Scotland Yard, tuvo que renunciar al ser acusado de no investigar lo suficiente, debido a sus vínculos con los directivos del periódico en cuestión y tuvo que presentarse a declarar ante el Comité de Medios de Comunicación de la Cámara de los Comunes, ¿qué pasó con Silvana Giudici, diputada nacional de la UCR por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que preside la Comisión de Libertad de Expresión, que no exigió públicamente que el "Fino" Palacios, destituido jefe de la Policía Metropolitana, se presentara a declarar ante la Cámara de Diputados de la Nación?".
Y también se pregunta: "¿Cómo puede ser que David Cameron, Primer ministro inglés, se haya tenido que presentar ante la Cámara de los Comunes para dar explicaciones por haber cometido el error de contratar a Andy Coulson -director del diario en el período de las escuchas- como vocero y nadie le haya pedido a Macri que asuma su responsabilidad por haber hecho ingresar al espía Ciro James a través del Ministerio de Educación de la Ciudad?".
"¿Qué está pasando en el periodismo argentino que los que hasta no hace mucho ‘adoraban’ a Carl Bernstein, uno de los dos periodistas de The Washington Post que más contribuyeron a desenredar la madeja del Watergate, hoy, ante el espionaje que realizó (Macri), miran para otro lado o, lo que es peor, lo ‘justifican’ ridiculizando a quienes han sido víctimas de ese delito?".
En otro tramo, Fernández se preguntó por el cambio de los periodistas que "ignoran a la prensa internacional -siempre un ejemplo para esas noticias donde la Argentina sale perjudicada- y que publica los casos de escuchas en nuestro país y en Colombia, como antecedentes de este escándalo que conmueve al Reino Unido?".
"Qué pasa que no se llenan la boca citando la página de la BBC versión móvil http://tinyurl.com/3gxcss2, donde Mauricio Macri aparece implicado en una ‘asociación ilícita’ y se lo acusa de formar ‘parte de una red ilegal de espionaje dirigida desde el gobierno de la capital’?", dijo al citar la información del portal de la cadena de noticias británica.
También se preguntó "dónde está Beatriz Sarlo y su cohorte de adulones, siempre atentos a lo que publica la agencia británica?" y "¿cómo ninguno de estos fiscales de la moral política se desgarró sus hipócritas vestiduras de honestidad y mandó a crucificar a Macri y a la banda de la locademia de espías?", ironizó.
"El grado de cinismo, complicidad, genuflexión a poderes concentrados y falta de profesionalidad que demuestran Nelson Castro y todos los ‘Nelson Castro’ del periodismo argentino son apenas la punta del iceberg de una profesión que está profundamente corrompida por el dinero, el chantaje y la falta más absoluta de moral y de ética", interpretó.
Y puntualiza las consecuencias del escándalo en Gran Bretaña, que llevó a que rindieran cuentas los principales responsables del escándalo.
"Murdoch ha delcarado, la directora del News of de World, Rebekah Brooks, fue detenida; el primer ministro David Cameron tuvo que hacerse responsable de sus errores ante el Parlamento y otros diarios ingleses, fueron encargados de terminar con esta denigración, coacción y negocios a cualquier costo".
"Eso en Inglaterra. Porque por estos lados, la prensa canalla sólo parece ver la paja en el ojo ajeno sin observar la viga en el propio", continúa la columna.
Y finaliza: "Si Rupert Murdoch es un ‘miserable’, como sostiene Nelson Castro (y como yo creo que en verdad lo es), falta solamente que este periodista y muchos otros, a la luz de lo que pasa delante de sus propias narices con Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se pregunte: ‘y por casa cómo andamos’?"