La organización ecologista Greenpeace organizó una simbólica marcha de ‘contenedores’ para reclamar de esa forma, frente al Palacio del Gobierno porteño, contra el retiro de los contenedores diferenciados y el nuevo contrato de recolección de basura, que paga a las empresas recolectoras "por tonelada" y no por "área limpia".
Para Greenpeace, el retiro de los contenedores de tapa naranja desalienta la separación domiciliaria de residuos, que sumado al próximo pago por tonelada que recibirán las empresas recolectoras, la organización advierte que se "estará fomentando la generación de más basura".
Según señaló María Eugenia Testa, coordinadora de la Unidad de Política de Greenpeace, "el retiro de los contenedores diferenciados y el nuevo criterio de facturación por tonelada en la recolección de basura van de la mano. El negocio de las empresas será que haya más basura. Ambas medidas tratan de perpetuar un sistema de enterramiento masivo al atentar contra el sistema de reciclado".
Entre otras cosas, la agrupación lanzó la campaña "100 mil comprimíos con la Ley Basura 0", que intenta demostrarle al Gobierno que es posible la separación en origen de los resuduos.
La ONG señaló también que con las medidas de Macri la Ciudad incumplirá la Ley vigente y no alcanzará a reducir el 30 por ciento de los residuos que se entierran para 2010, lo que representa una reducción de cerca de 600 mil toneladas de basura al año. "El problema de la basura de la Ciudad de Buenos Aires debe ser encarado acorde a su magnitud. El sistema de gestión global de los residuos debe diseñarse bajo las pautas de la Ley vigente", señaló Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace.
"La separación del sistema de gestión integral lleva al fracaso de Basura Cero, ya que establece la prestación de un servicio formal, el de las empresas que recolectan la basura y cobran por eso, y otro a menor escala que aún no está definido. De esta forma retiran los contenedores sin establecer un método superador para la disposición inicial ni la recolección diferenciada, intentando desarticular cualquier intento de gestión integral de residuos", señaló Testa.
El director Político de Greenpeace, Juan Carlos Villalonga sostuvo que "el objetivo de Basura Cero es reducir la cantidad de residuos que se envía a la provincia; lo cierto es que hoy lo único que tenemos es un acuerdo entre la Ciudad y la provincia de Buenos Aires para abrir dos nuevos rellenos sanitarios sin ningún compromiso por parte del Gobierno de la Ciudad de reducir la basura que envía diariamente".
La Ley 1.854 de "Basura Cero", sancionada en noviembre del 2005, fue adoptada como una solución integral y ambientalmente responsable para la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos, ya que establece metas de reducción de residuos enviados a los rellenos: el 30 por ciento para 2010 y 50 por ciento para 2012, tomando como base lo enterrado en 2004.