El presidente interino del Ente Regulador de los Servicios Públicos porteño, José Luis Di Lorenzo, criticó el pliego de Higiene Urbana propuesto para la Ciudad al considerar que "el control de la calidad lo realiza el contratista, cuando en realidad esa función le corresponde constitucionalmente al Ente Regulador. Además se crea un organismo inexistente como la auditoria social -que no puede ni inspeccionar ni sancionar- y se deja en manos de las empresas prestadoras la preparación y elaboración de programas de cuidado ambiental".
Desde las 10 de la mañana de hoy miércoles 9, se está llevando a cabo en el Teatro San Martín la Audiencia Pública convocada por el Gobierno porteño para discutir el pliego para la licitación pública de la recolección de residuos en la Ciudad. Allí, algunos sectores reclamaron una mayor participación del Ente Regulador en el control de la futura empresa concesionaria.
Al respecto, Di Lorenzo recordó que pese a su origen constitucional, a su autarquía y a su competencia en el control de los servicios públicos -entre ellos el de Higiene Urbana-, "el Ente de la Ciudad no fue convocado por la Secretaría de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano para la redacción del pliego de licitación".
"Al día de hoy el pliego carece de parámetros ciertos y cuantificables de medición de la calidad del servicio", consideró el titular del Ente, quien luego alegó que "respecto de la seguridad e higiene (el pliego) genera un vacío, ya que deja en manos de las empresas prestadoras la preparación y elaboración de programas de cuidado ambiental. En cuanto al control de calidad, se limita al principio de ciudad limpia, y también lo deja en manos del contratista".
A través de un comunicado, el presidente del organismo regulador cuestionó la asimetría presupuestaria que existe entre las empresas prestadoras de servicios públicos y los organismos de control: "mientras el Ente tiene asignados 6,1 millones de pesos para el control de once servicios públicos locales, a las futuras empresas contratistas del servicio de higiene urbana se les asignará un presupuesto, sólo para publicidad de más de 5 millones", dijo.
Di Lorenzo concluyó afirmando que "la auditoría social y las encuestas de satisfacción del vecino previstas por el pliego son un modo de derogar el verdadero control diseñado por la norma suprema de la Ciudad y que le corresponde a nuestro Ente".