La Ley Seca abrió una guerra legal en la Ciudad

La Ley Seca abrió una guerra legal en la Ciudad

La Ley Seca enfrentó a Ibarra con los quiosqueros, que plantearon recursos de amparo para defender sus supuestos "derechos adquiridos". En un primer momento, una jueza le había dado la razón a un comericante de Belgrano para que continuara con la venta de alcohol, a pesar de la vigencia de la norma que lo prohíbe. El jefe porteño prometió que apelaría la medida y que se iba a acabar con el "viva la pepa". En la última semana, la Justicia porteña rechazó varias medidas cautelares de otros comercios. Sin embargo, se esperan más demandas de estilo. La batalla continuará


La decisión del gobierno porteño de prohibir la venta de alcohol en quioscos y maxiquisocos desató una auténtica batalla legal en la Justicia porteña. Los comerciantes acudieron a los jueces locales para reclamar por sus supuestos derechos. En la primera demanda, una jueza les dio la razón, pero en esta semana la pulseada entre Aníbal Ibarra y los comerciantes empezó a revertirse en favor del jefe porteño.

Ocurre que, al menos en siete planteos, los magistrados porteños produjeron fallos avalando la comunmente denominada Ley Seca, en discrepancia con la primera decisión de una jueza que le había dado la razón a un quiosquero de Belgrano.

En los ultimos días, varios juzgados de Capital rechazaron los pedidos de "no innovar" de los comerciantes. En el caso de que se hubieran aceptado, habrían implicado para los quiosqueros, en la práctica, la posibilidad de seguir con el expendio de alcohol, hasta tanto la Justicia decidiera la cuestión de fondo: es decir, si autoriza o no la venta, a pesar de la Ley Seca.

Un primer fallo del Juzgado Contencioso Administrativo N° 5 local había permitido a un quiosquero de Belgrano continuar con la venta de alcohol. El dueño del quiosco, ubicado en Cramer y La Pampa, había argumentado que la venta de bebidas alcohólicas era su principal fuente de ganancias y que su negocio contaba con una habilitación inicial para el expendio de bebidas en general.

La jueza Fabiana Schafrik, si bien le dio la razón, supeditó el permiso a que el comercio presentara la habilitación original, cosa que aún no hizo. El criterio de la jueza había preocupado a Ibarra –que salió rápidamente a prometer que lo apelaría- por la posibilidad de que otros jueces lo imitaran vulnerando la implementación de la medida que había promocionado tanto. Enojado, el jefe porteño también prometió por las radios que se acabaría con este "viva la pepa".

El lunes pasado, el juez en lo contencioso administrativo y tributario local Alfredo Kersman no aceptó una medida cautelar planteada por la dueña de un maxiquiosco situado en Azcuénaga al 700, en el barrio porteño de Balvanera.

Imitando al quiosquero de Belgrano, la dueña del comercio de Balvanera, María Inés Riverso, había presentado una acción de amparo con pedido de "no innovar" para poder seguir vendiendo alcohol. En la medida cautelar argumentó que la Ley Seca vulneraba "derechos adquiridos" y que le generaba un "perjuicio económico".

Pero Kersman desestimó esos argumentos. Apuntó que dejar de percibir los ingresos de ese rubro no implicaba un "perjuicio irreparable" uno de los requisitos que debe reunir una medida provisional.

En tanto, el juez contravencional Gerardo Taratuto también confirmó en los últimos días que se expidió sobre cinco recursos de amparo interpuestos por dueños de maxiquioscos de diversos puntos de la Capital y que, por distintos motivos, rechazó en todos los casos las medidas cautelares.

Por último, fuentes del Ejecutivo porteño informaron que la Ciudad recibió esta semana la notificación de otra medida cautelar rechazada por el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 1 de la Capital, a cargo del doctor Juan Vicente Cataldo.

La Ley Seca impide a quioscos, maxiquioscos y estaciones de servicio la venta de alcohol, en tanto que el resto de los locales serán sancionados si lo hacen de 23 a 8 de la mañana del día siguiente. No impone prohibiciones para los bares, restaurantes ni discotecas, si las bebidas alcohólicas son consumidas en el interior de los locales o entregadas por delivery.

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