Un problema está lejos de resolverse cuando alguna de las partes involucradas no está predispuesta al diálogo. Este es el caso de la venta ambulante en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, la Legislatura porteña está analizando las distintas posturas en torno a este tema para consensuar una normativa que regule esta actividad, pero hay sectores que se muestran intransigentes a la hora de arribar a una solución que contemple todos los intereses.
Esto se vio reflejado en la reunión que se llevó a acabo este lunes a las 12 en el Salón Montevideo de la Legislatura. El encuentro fue convocado por la Comisión de Desarrollo Económico que preside la diputada kirchnerista Ana María Suppa (Frente para la Victoria) para comenzar una serie de reuniones de trabajo entre los diputados, el Poder Ejecutivo, organizaciones de vendedores ambulantes, las cámaras que nuclean a los pequeños y medianos comercios y los vecinos de la Ciudad.
En esta oportunidad, estuvieron presentes el subsecretario de Producción, Gustavo Svarzman; el director General de Defensa y Protección al Consumidor, Miguel Ángel Fortuna; el director General de Ordenamiento del Espacio Público, Eduardo Torres; el Director de Industria y Comercio, Gustavo Marino; y el subsecretario de Seguridad, Rafael González Alemán.
Además, concurrieron la presidenta de la Comisión de Protección y Uso del Espacio Público, Fernanda Ferrero; el presidente de la Comisión de Justicia, Julio De Giovanni; el presidente de la Comisión de Seguridad, Jorge Enríquez; la presidenta de la Comisión de Vivienda, Sandra Bergenfeld; y los diputados Diego Kravetz, Jorge San Martino, Daniel Betti, Héctor Bidonde; Carlos Araujo, Marcos Peña, Carlos Ameijeiras, María Florencia Polimeni, Gabriela Michetti, y Silvia La Ruffa.
El primero en hacer uso de la palabra fue el presidente de la Asociación de Anticuarios y Amigos de San Telmo, Juan Carlos Maugeri, quien aseguró que "hay pobreza en todos lados y a nadie se le ocurre mancillar el casco histórico como se hace acá. Los legisladores deben dejar de hacer política con este tema".
A continuación, y un ambiente bastante caldeado, un integrante de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señaló: "No a la invasión del espacio público. Nosotros ya planteamos que el Ejecutivo, junto con los sindicatos de los empleados de comercio y textiles, capacite a los candidatos y luego los incorporen al circuito laboral formal para ejercer el comercio y la industria. Eso es generar trabajo genuino".
La reunión estuvo plagada de recriminaciones de los comerciantes hacia algunos de los diputados (Ferrero y Enríquez, al contrario, fueron aplaudidos) y hacia los funcionarios presentes. Pese a que Suppa repitió en varias oportunidades que se iba a escuchar a todos los sectores y que se iban a hacer tantas reuniones como fuera necesarias, frases como "ustedes trabajan para nosotros" o cánticos como "respeten la ley" se escucharon durante las tres horas que duró el encuentro.
Desde el Ejecutivo no se pudo arrojar claridad en el tema y las breves exposiciones de los funcionarios no hicieron más que exacerbar a los comerciantes presentes, quienes fueron invitados por Ferrero y Enríquez, no por la Comisión de Desarrollo Económico. Esto generó algunos intercambios de opiniones entre Suppa, Ferrero, Enríquez y Kravetz sobre la publicidad de las reuniones y la metodología a utilizar para que puedan hacer uso de la palabra todos los sectores.
La parte más tensa de la reunión se produjo cuando Bidonde comenzó a defender a los vendedores ambulantes, lo que ocasionó la ira de Maugeri. Ambos comenzaron a insultarse y fueron rodeados por el personal de seguridad de la Legislatura, legisladores y demás comerciantes. Pese al mal momento, finalmente todo quedó en un intercambio de ofensas y no pasó a mayores.
La CAME quiere que la venta ambulante esté prohibida pero, tal como anticipó NOTICIAS URBANAS hace varios meses atrás, el Ejecutivo envió un proyecto que prevé legalizar la instalación y el funcionamiento de 790 puestos de venta callejera de distintos rubros, desde artesanías hasta fundas para teléfonos celulares, en toda la Ciudad.
Además, la iniciativa deroga el tercer párrafo del artículo 83 del Código Contravencional y otras normas aplicables al comercio en ferias o en la vía pública, excepto la que rige la venta de productos alimenticios.
La propuesta del Ejecutivo fue modificada por los diputados que integran la Comisión de Desarrollo Económico, y seguirá sufriendo cambios durante el debate y el intercambio de opiniones con las distintas posiciones. Por lo pronto, el proyecto crea la figura de "vendedor con parada fija", autoriza su tarea como la de "la persona física que, con el correspondiente permiso, ejerza el comercio en la vía pública" y establece que las sanciones serán las ya estipuladas por la ley de faltas y por el Código Contravencional.
A su vez, menciona tres tipos de venta: las ferias ubicadas en lugares o espacios determinados y de periodicidad fija que podrán celebrarse durante los días inhábiles y feriados; la venta en la vía pública con motivo de fiestas, acontecimientos populares y eventos especiales; y la venta habitual en la vía pública.
Para acceder a un permiso, la persona debe ser argentino nativo, naturalizado o extranjero con radicación en el país; tener capacidad para ejercer el comercio; presentar Documento Nacional de Identidad, Libreta Cívica o Libreta de Enrolamiento; y acreditar domicilio real en la Ciudad de Buenos Aires con un mínimo de dos años de antigüedad.
Por lo pronto, Suppa convocó a una reunión conjunta de las Comisiones de Desarrollo Económico, Protección y Uso del Espacio Público, y de Justicia que se llevará a cabo el próximo lunes a las 12, en la que participarán además funcionarios del Ejecutivo y las cámaras que nuclean a los comerciantes.