"¿Conocen algún telo en la Capital donde se puedan practicar tríos y encuentros swingers?". La pregunta circula en la web y las respuestas surgen rápidas y solidarias. Algunas ofrecen soluciones bien autóctonas del tipo: "buscá uno con cochera en la habitación y meté en la cajuela a todos los que quieras, total pagás en ventanilla y nadie te revisa cuántos tenés dentro del auto ni en ningún otro lado". Otros abiertamente dan direcciones y hasta opiniones favorables formadas por la experiencia vivida: "Bahía Blanca a cuatro cuadras de Av. Juan B. Justo, mucho nivel… lo vale. Lo que en ningún caso se señala es que la normativa vigente en la Ciudad establece que "las habitaciones" de los locales de albergue transitorio "no podrán ser utilizadas en forma simultánea por más de dos personas".
El albergue transitorio de Bahía Blanca al 1.100, recomendado para practicar sexo grupal, posee una página web donde detalla los servicios que ofrecen al público en sus cuatro opciones de habitaciones (dúplex, terrazas, suite o caminante), las cuales pueden ser utilizadas sin más límites que "tus fantasías" por más de una pareja con el sólo pago de "25 pesos por pasajero adicional". "Es un servicio para swingers; hay varios establecimientos que ofrecen este servicio; en el Barrio de Recoleta hay muchos", reconocieron en la conserjería de dicho hotel sin mencionar la infracción que estarían cometiendo.
"En la Ciudad de Buenos Aires hay unos 180 albergues transitorios habilitados con una capacidad superior a las 5 mil habitaciones. Habría que ver el caso particular, ya que es posible que haya establecimientos habilitados como hoteles de pasajeros, donde perfectamente puede haber habitaciones para 4 o 5 personas, pero que estén funcionando como hoteles de alojamiento transitorio", comentaron fuentes vinculadas con la hotelería local. "También pueden ser albergues clandestinos, los cuales representan una competencia desleal y aprovechan las ventajas de no cumplir con las regulaciones. Cualquiera sea el caso, hay una demanda de servicios para el sexo grupal y la normativa no la contempla", agregaron los consultados.
El texto del Código de Habilitaciones y Verificaciones porteño es claro con la prohibición. Sin embargo, el control y la sanción frente a infracciones parecen estar un tanto difusos. "Nosotros controlamos todo lo relativo a la seguridad, la infraestructura, la higiene de los albergues transitorios, pero no podemos controlar la cantidad de personas que ingresa a una habitación, no tenemos poder de policía en este tema. Debería ser la policía con una orden judicial la que actúe", relataron a NOTICIAS URBANAS fuentes de la Agencia Gubernamental de Control (AGC). Y desde el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad remarcaron: "No es una contravención, es una infracción al Código de Habilitaciones, por lo tanto es el órgano administrativo el que debe controlar y sancionar. Los inspectores deberían controlar esto, labrar el acta correspondiente y los controladores dictar la sanción pertinente: multa, inhabilitación, suspensión en el uso de firma o clausura. Si la dependencia administrativa no tiene forma de realizar este tipo de inspecciones y corroborar la infracción, entonces parecería que la prohibición se convierte en abstracta".
"Desconocía este tema y me sorprende. Reconozco que en estos casos está vinculado un acto privado y controlarlo es problemático, pero el hecho de ofrecer algo ilegal constituye una infracción y se podría accionar frente a ese hecho. Estoy seguro de que la nueva conducción de la AGC tomará nota de esto y resolverá las medidas pertinentes", expresó el legislador macrista Cristian Ritondo. Y agregó: "También se podría modificar la ley con una regulación adecuada, ya que es una ordenanza de la época de la dictadura, que entre otras cosas establece que sólo el jefe de Gobierno puede habilitar un albergue transitorio".
"Antes de proponer una modificación hay que cumplir con la ley vigente. Si se está realizando una actividad ilegal dentro de los albergues transitorios, hay que conocerla y controlarla, pero no se puede en materia de regulación social plantear modificaciones porque hay sectores que no cumplen con las leyes y generan una competencia desleal", subrayó el legislador de PRO Martín Borrelli. "No creo que la sociedad demande este tipo de modificación, y tampoco creo que la actividad haya decrecido o se perjudique porque no esté permitido el ingreso a más de dos personas por habitación. No utilicemos como excusa para estudiar una modificación una falta de control", remarcó.
DEME TRES, CUATRO O MÁS
A pesar de no existir hasta el momento una iniciativa para modificar la ley vigente en lo que respecta al número de personas por habitación, en la Legislatura porteña varias voces consideraron dicha posibilidad. "Es una propuesta que algunos pensamos hace tiempo, pero que quedó sin plasmarse. Me parece que es hora de que el Estado deje de limitar las libertades sexuales, siempre y cuando, por supuesto, no se esté frente a un delito o se ponga en riesgo la seguridad de las personas. Cuando impulsé la modificación para que no se limite el ingreso por género costó un tiempito de trabajo hasta lograr su aprobación; creo que en esta Legislatura puede comenzar a trabajarse una modificación sobre el número. Podría retomar esa vieja iniciativa, plasmarla y comenzar a trabajar para lograr consensos", reconoció Raúl Fernández (Encuentro Progresista). A su vez, la legisladora Diana Maffía, de la Coalición Cívica, destacó que "el Estado debe regular en la cantidad de personas que pueden alojarse en una habitación por cuestiones de seguridad, infraestructura e higiene", pero no debería "arrogarse el derecho paternalista para regular la sexualidad".
"No hay que perder de vista que los albergues transitorios han hecho caso omiso a la legislación; cuando no se permitían parejas homosexuales las alojaban, sólo está permitido el ingreso de una pareja pero ingresan más de dos, esto no lo han hecho por razones de defensa de las libertades sexuales y los derechos humanos, esto ocurre por razones económicas, y esas mismas razones los hacen en algunos casos cómplices de la trata de personas y la prostitución infantil", advirtió la diputada.
"Es un tema complejo, ya que está vinculado a acciones privadas que la Constitución reserva al hombre y a Dios, siempre y cuando no ofendan la moral y el orden público. Yo no tendría inconvenientes en trabajar sobre este tema, pero hay cosas más importantes. En un hotel común pueden ingresar tres, cuatro o cinco personas, claro que la diferencia es que ahí te tenés que registrar, mientras que en un albergue transitorio se preserva el anonimato", señaló el legislador Alejandro Rabinovich (Autonomía con Igualdad).
"Siempre y cuando la infraestructura del lugar garantice la seguridad de las personas, me parece correcto que no haya limitaciones en el número. En mi opinión, no hay un problema de moralidad y no debería haber problemas para una modificación en el número. Habría que calcular cuántos metros son los adecuados para tres, cuatro, cinco o diez personas y hacer estudios sobre el ruido que generan, ya que se multiplicarán y podrían ocasionar conflictos con los vecinos. Seguramente, se necesitaría una Audiencia Pública ya que es un tema de debate", analizó el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Diego Kravetz. Y fue aún más allá: "Se podría pensar, más que en modificar la normativa vigente, en crear una nueva normativa para lugares específicamente habilitados para más de dos personas; crear una categoría nueva. Habría que estudiar la legislación vigente en otros países y si no existe una regulación precisa sobre este tema se podría impulsar una nueva normativa. Es una iniciativa que hay que estudiar hasta se podría declarar a Buenos Aires Ciudad del Sexo Grupal".