El macrismo se reunió este domingo por la noche para despedir el año en el restaurant Bella Italia, de República Árabe Siria y Cerviño. El encuentro fue a puertas cerradas y asistieron casi todos los legisladores porteños de las distintas listas que acompañaron al presidente de Boca en la última elección, diputados nacionales de esa fuerza y toda la plana mayor de la Fundación Creer y Crecer.
La comilona comenzó a las nueve y media y se prolongó hasta pasada la una y media de la madrugada. A las diez menos diez llegó Macri, acompañado por su esposa, Isabel Menditeguy. No fue el único que trajo a su pareja, ya que la cita no era de índole estrictamente política, aunque inevitablemente, terminó siéndolo.
Aprovechando el clima distendido, el macrismo intentó limar algunas asperezas surgidas a raíz de sanción de la ley de regulación del alcohol, en la que sus legisladores votaron divididos.
El menú estuvo constituido por una entrada de canapés, seguida de pastas y tortas. Una curiosidad: no hubo mesas definidas, sino que la reunión transcurrió de pie, con la consecuente conformación de grupitos de charla que iban variando con el correr de los minutos. A un costado, los "viudos de la política" -expresión utilizada por una legisladora macrista para definir a los maridos, novios y esposas que irremediablemente quedaban afuera de los temas de conversación- formaban un "rancho aparte", algunos con cara de aburrimiento y otros, de resignación.



